Bueno, Salino... a nosotros también se nos suele hacer cuesta arriba encarar una obra escrita por y para españoles, pero estamos acostumbrados a cambiar mentalmente de registro cuando es necesario. Supongo que debe tener que ver con la gran variedad de formas de hablar el español que tenemos en Sudamérica. García Márquez escribe en "colombiano", Vargas Llosa en "peruano", Isabel Allende en "chileno", y así. Suele costarnos más el material venido de España, ya que siempre han defendido su idioma y su cultura sin por eso cerrar la puerta a lo que viene de afuera. Pero muchas veces, en lugar de adaptarse, prefieren adaptar el material entrante, lo que me parece una actitud a imitar pero que, a juicio de nuestro paladar, suele dar resultados extraños. Nos cuesta entrar en clima. Leer que "John Harrison pensó que era un gilipollas. -¡A tomar por culo, colega- pensó" nos suena forzado. Una vez vi una versión doblada de Star Wars donde Luke Skywalker era "Lucas Trotacielos" y no pude con ella. Me sacó de onda cosa mala. Y lo raro es que otro tanto nos pasa con nuestra propia forma de hablar. Por ejemplo, la película "Los Increíbles", de Pixar, tuvo dos doblajes: el neutro, hecho en México (donde nos doblan todo, desde comerciales hasta series y películas) y otro argentino. Y escuchar a Mr. Increíble decir: "Pero, Dash, ¿vos estás loco? ¿Querés que a tu madre le dé un ataque de caspa?" me da escalofríos.
Es una deformación extraña de criterios la que tenemos. Para nosotros, lo neutral no es lo español, sino lo mexicano -sin acento. Por suerte lo omiten-, donde se suprimen los modismos -en un trabajo que debe ser agotador- Para nosotros palabras como paleto, atiza, vale, mogollón, tontopolla y demás, si bien las entendemos perfectamente, nos suena irreal. Nos cuesta ver que expresan cosas reales, con un peso y una acepción fluida. Supongo que con las construcciones lunfárdicas será lo mismo para un español.
Nuestro trabajo va dirigido a público argentino. Por ahora es una revista muy, muy pequeña y no da para más. Qué más quisiéramos que tener el tiempo y los medios como para poder hacer una versión más universal y compartirla con ustedes (vosotros, diríais allí. ¿Que no puedo sonar castizo? ¡Y una polla como una olla!
) Pero, con tiempo y suerte... quién sabe.
Un abrazo grande y gracias por estar!