Damián, el filántropo.

Más
9 years 7 months ago - 9 years 7 months ago #2761 por Michaux
Damián Asperillo es un hombre cuya juventud está a punto de abandonarle. De rostro terso y agraciado todavía, deja ver en su semblante firmeza y simpatía. Tiene ya en su haber una lista considerable de asesinatos y nunca ha sido acusado. Con todo, no da la impresión de ser un hombre preocupado porque se reconozca su trabajo, ni por la publicidad del mismo, ni por la situación económica que este pudiera proporcionarle. Ofrecería su famoso crimen de "El Santo" a sus amigos de aquel pueblo pequeño de Burgos, al sacerdote y al albañil, y remontándose a las razones que le llevaron a la realización de aquel trabajo añadiría: " Si por ayudar a mis amigos tuviera que volverlo a hacer, así lo haría".
Damián Asperillo es hombre muy preocupado por despertar conciencias y hablar claramente al alma de todo aquel al que liquida. Por quitar la venda de los ojos a la sociedad opulenta y ociosa, se ha jugado la vida muchas veces con trabajos en los que no pisaba terreno firme. Sin saber la razón, para algunos crímenes no se halla provisto de un punto de mira equilibrado y sereno, cosa por otra parte comprensible en estas situaciones donde puede caber cierto nerviosismo o duda. La creciente y profunda atracción que provocan las actividades de este asesino estriban en la exultante superación de las investigaciones policiales con similar resultado. La policía reconoce los trabajos del asesino, pero es incapaz de identificarlo. Hiere y hurga en viejas llagas, pero no está en su ideario ser un aguafiestas o un estimulador del chismorreo, tiene sencillamente una capacidad superior y una imperfecta realidad que no acepta, pero sabe inclinarse ante la muerte de un igual con el corazón dolorido y siempre abierto a la esperanza, con una ilimitada ternura que lima las asperezas hasta que convierte en amor cualquiera de sus ejecuciones.
Damián Asperillo elige muy bien a sus víctimas, porque ha visto sufrir mucho a los demás y ha sufrido con ellos; le hiere la injusticia y pretende llevar con su acerada hoja la caridad y el amor. Este es el punto donde se apoyan todos sus crímenes, asesinatos renovados, libres del egoísmo y plenos de amor. Es por ello que se familiariza con sus asesinados, algunos de ellos inolvidables, Pedro Pi el carnicero, o Miguel Ballesta el peluquero, contempla en ellos los surcos del amor y del sufrimiento entremezclados y actua con firmeza alejándolos de este mundo sombrío y hostil sin dejar de ser verdad que gusta de imaginar una bella fotografía del momento sublime del hecho. Aquel, que de quedar plasmado en un oleo sería, quizá demasido gris, quiza demasiado rojo, con blancura de nieve en invierno, con negrura nocturna de ciudad.
Última Edición: 9 years 7 months ago por Michaux.

Por favor, Identificarse o Crear cuenta para unirse a la conversación.

Tiempo de carga de la página: 0.274 segundos