Pues, tras darle un par de vueltas a la expresión "del quince" creo que he llegado a una conclusión que puede ser bastante lógica.
He investigado un poco y casi seguro que te puede dejar satisfecho esta explicación:
La quiniela (del latín
quintus, cinco) es algo muy instaurado en nuestro país gracias a las apuestas de fútbol. La historia de dichas apuestas comienza en Santander, allá por el 1929. Había en esa ciudad un local de apuestas de peleas de gallos donde a su trasera entrenaban muchos jugadores de fútbol de la liga. Poco tardó en derivar las apuestas de gallos a las del fútbol. Hoy en día se siguen usando las mismas normas que inventó el dueño del local, muy parecidas a las rondas de gallos. El premio gordo sigue siendo el pleno al quince.
Si usamos la expresión "me ha tocado el gordo" al referirnos que te ha ocurrido algo de categoría extremadamente buena o mala, bien puede ser que se use la sinónima de otro juego de azar para lo mismo.
Observad:
Me pegué una hostia de pleno al quince.
Las vacaciones me sentaron como un pleno al quince.
María es una tía de pleno al quince.
Como todos sabemos, solemos acortar las expresiones cuando comienzan a ser desgastadas y no es de extrañar que "del pleno al quince" se quedara en un mísero "del quince". ¿Quién fue el primero en decirla? Eso importa poco, la cuestión es que se quedó entre las coletillas populares.
Bueno, si no os convence intentad encontrar otro motivo más razonable. A mí me vale