Ya amigazos!! Espero que este relato este tomando un camino decente, que es lo que mas me gustaría conseguir.
Les dejo como lo estoy elaborando... Necesito de vuestra ayuda por si les parece que esta muy confuso...
NEBULOSA
En la cabina de vuelo, D10 quien simulaba a ojos cerrados descansar como si fuera un ser humano, activó las reservas de energía tras un inexplicable apagón que afectó a la Namicot. Siguiendo de forma automática las instrucciones programadas en su sistema, se subió al ascensor que lo transportaba hasta la gran cúpula; área de mayor importancia de la nave.
En aquel lugar, viajaba una veintena de hombres de negocios, rumbo a una futura conservación en estado criogénico. D10 que era el encargado de la seguridad del viaje, revisó que sus sensores de imagen, dispositivo de sonido y análisis químico no presentaran problemas. Los disimulaba bajo facciones artificiales que con lujo y detalle, fingían los rasgos más comunes de un rostro humano.
La energía en los sectores afectados regresó. Apenas se bajó del elevador, ingresó los códigos de acceso en la compuerta que estaba al final del pasillo. Al parecer, la potencia se había restablecido en casi toda la nave.
Una decena de tipos de traje y corbata, que parecían no estar contentos con el repentino apagón, comenzaron a lanzarle vasos y botellas a D10. Algunos incluso, insinuaron con gestos abalanzarse sobre él, pero sabían que se trataba de un androide. Aunque otros no podían creer lo humano que lucía.
— ¡Alguien debe pagar por esto! ¡Acabo de perder cientos de millones!— Gritó un tipo que se levantó de golpe y lanzó los naipes que se le resbalaban entre los dedos.
— ¡Hey tú pedazo de chatarra! ¿Quién va a pagar todo el dinero que ha desaparecido?— Dijo otro sujeto, que se acomodó la corbata, dejando libre a una mujer que estaba sentada sobre sus muslos.
— Buenas noches caballeros. Soy la Unidad D10. Encargada de la seguridad de la Namicot 001, con destino a Marte.
— ¡Esto es una estafa! ¡Quiero que me devuelvan mi dinero!— Soltó otro tipo, quien apuntó con el dedo a D10.
Como no manejaba información sobre la fuente del corte de energía, soltó un gas tranquilizante sin que nadie se diera cuenta. También agregó un mensaje protocolar de seguridad, para ese tipo de situaciones.
—En breves momentos restableceremos la conexión con ambos planetas. Su seguridad es nuestro trabajo. — D10 ingresó los códigos de la compuerta y salió de la cúpula tras una lluvia de objetos que le lanzaron.
Mientras regresaba en el elevador hasta la sala de mando, recibió una señal en su sistema, que indicaba una falla mayor en la planta inferior de la nave. Sus articulaciones estaban diseñadas para solucionar todo tipo de problemas. Permitían superar con creces los movimientos más precisos y complejos de un ser humano. He ahí la total confianza sobre aquel modelo para viajes espaciales. Apagó algunas de sus funciones simples, debido a que su antivirus encontró una falla en su software. Lentamente el virus le restaba energía a sus capacidades de análisis. Antes de bajar, buscó en la base de datos que le habían insertado en la tierra, cada uno de los antecedentes de la carga transportada en la parte inferior de la Namicot. Todos eran sujetos muy peligrosos que viajaban al planeta rojo a cumplir una condena perpetua.
La compuerta se abrió y todo a su alrededor era oscuridad. Solo un foco que soltaba algunas chispas iluminaba el pasillo. Encendió una linterna que llevaba acoplada sobre su hombro derecho. Las cámaras de seguridad habían explotado. Un análisis térmico mostró que había daños leves efectuados en algunas de las capsulas, pero que la mayoría de ellas, presentaba un perfecto estado, salvo una que se encontraba abierta. Eran cinco compartimientos cilíndricos alojados en círculo dentro de una enorme sala que se encontraba al final del pasillo. El sensor de audio del androide, captó un ruido que provenía desde su espalda. Sus ojos artificiales no alcanzaban a captar nada por el vapor que desprendía una tubería averiada. Se giró despacio y su sistema adicional de seguridad se activó.
Sentado en el piso con la espalda apoyada en el muro, estaba un sujeto calvo que soltaba gemidos y temblaba sin parar. Se sostenía escondido detrás de una de las capsulas que mantenía a otro de los presos dormido. Según su base de datos, se trataba de un sujeto llamado Lanus, ex preso acusado de ataques terroristas y espionaje. Tenía bastante edad por las notorias arrugas de su frente. Además tenía tatuado un número que seguramente le habían hecho al momento de abordar la nave. El sujeto apenas vio la presencia de D10, se abalanzó sobre este. El androide soltó el gas adormecedor dejando al sujeto rendido en el piso. Su sistema de captura de imagen, grabó al tipo repitiendo una y otra vez, frases que su sistema de lenguas, no podía analizar.
La alarma de la cabina de mando se activó. D10 volvió por el ascensor por donde vino, dejando a Lanus dormido, apoyado en uno de los muros de la nave mientras regresaba por él. Mientras subía por el elevador, imágenes de los tipos que le lanzaron cosas en la cúpula, se repetían una y otra vez en su cabeza. El virus que afectaba su sistema, estaba cobrando cada vez más fuerza. En la cabina encontró que los radares habían detectado la presencia de algo enorme suspendido en el espacio, que estaba atrayendo a la Namicot. La base de datos que manejaba el androide no contenía datos suficientes, sobre lo que podía ser esa enorme nube gris que los magnetizó. Las cámaras de seguridad volvieron a funcionar. La energía misteriosamente había regresado en su máxima potencia.
Las pantallas que tenía sobre el tablero de control, dejaban ver que los sujetos de la cúpula, estaban completamente fuera de control. Algunos tenían el rostro lleno de sangre, otros estaban escondidos bajo las mesas, igual que el preso que estaba en la parte inferior. El caos en la cúpula era grotesco. Por el alto parlante, D10 soltó otro mensaje protocolar de seguridad. Sus sensores captaron que existía algún tipo de peligro para los pasajeros. Subió de inmediato hasta donde se concentraba el descontrol humano. Antes de entrar por la compuerta su cuerpo metálico se quedó paralizado. Una sensación extraña recorrió todos sus circuitos. Las imágenes de los tipos atacándole se volvían a repetir en su memoria. Su sistema de ayuda se neutralizó. Mostrando que su energía bajaba cada vez más rápido.
Un tanque de energía de emergencia que llevaba sobre su espalda se activó. Abrió la compuerta y encontró a todos los sujetos revolcándose en el piso tapándose los oídos. El sitio estaba inundado en sangre. La mayoría de los sujetos estaba tirado en el piso con alguna herida mortal que le había quitado la vida. Al analizar sus descontrolados movimientos, identificó un extraño sonido que les llegaba hasta sus oídos. No conseguía percibir, ni guardar aquel ruido. Los que quedaban vivos soltaban desgarradores gritos e intentaban con sus manos en las orejas, parar el infernal sonido que no los dejaba en paz.
HT2013:Escritor