Bueno, yo discrepo un poco para animar el debate: creo que cuando eres consciente de las herramientas del escritor, al leer vas reconociendo el instrumental, tanto buenas mañas como pifias de tu autor favorito, pero te aportará mucha sustancia a tus escritos.
Por otra parte, leer también te educa el ritmo de tu narración. Esas pausas casi musicales que ayudan al lector a meterse dentro del libro, sin ser consciente de que está ante trozos de papel impreso o digital. Esto educa a tu oído mental, y a su vez sirve para tu voz narradora. Pensemos por un momento en un bebé que aún no sabe hablar. El niño, poco a poco mientras va creciendo, irá adoptando vocabulario y a su vez la entonación cultural de su entorno, paradas de oratoria, coletillas, refranes, perspectiva; contra más vocabulario aprenda y más tiempo pase en una región, más se le pegarán el acento; todo eso lo captará con el oído, no con su voz.
Por eso es importante seleccionar lo que lees mientras estás enfrascado en un texto propio, porque a veces se te pegan esos "acentos de otra tierra", para bien o para mal.
Yo tengo muy claro que todo tiene su relación, leer y escribir. A mí me ocurre que cuando leo últimamente, sobre todo me refiero a cuentos o microficción, intento descifrar esos entresijos, las costuras. Digamos que aprendo con la artesanía de otros autores, pero no plagiando, sino entendiendo las herramientas que usa.
Un saludo, muy interesante debate.