¿Estás preparado para un apocalipsis zombi? Deberías estarlo, si no quieres que te coja desprevenido
No me cabe la menor duda de que mucha gente no solo está preparada para recibir un apocalipsis zombi, sino que incluso lo está deseando. Son muchos quienes desean que esto suceda, y así poner en práctica toda su estrategia y conocimientos adquiridos desde que los zombis de George Romero nos despertaron la inquietud. Un apocalipsis zombi suena como un divertido reto a superar; sin embargo… ¿realmente estamos preparados?, y lo que es peor todavía ¿te imaginas a huyendo a la carrera de un caracol que pretende devorarte el cerebro?
La respuesta es no. Ni creo que existan zombis tan lentos, pues ahora son más de correr que se las pelan, ni creo que nadie esté realmente preparado para una amenaza que no conoces, más allá de las series en plan The Walking Dead y otras similares, cuyos únicos antecedentes son la imaginación de sus creadores, quienes en realidad ponen las reglas que les vienen en gana.
Nadie sabe si esos zombis a los que tendríamos que enfrentarnos serán lentos, pasmosos y tontos de remate; o por el contrario unos infectados dignos de las olimpiadas, o capaces de realizar cálculo matricial con tres cuartos de neurona. Sea como tenga que ser, seguro que nos cogen por sorpresa; de eso no tengo dudas. Pero la obsesión, la paranoia, eso ya no nos la quita nadie. Y, por supuesto, la falsa seguridad, tan útil para vivir al día.
Es tal esa obsesión que algunos ya ven zombis a cada vuelta de esquina; aunque algunos casos no dejan de resultar un tanto espectaculares. Muchas veces nos encontramos con interesantes lecturas sobre extraños parásitos que conducen al suicidio de su huésped, y es que el mundo animal está lleno de sorpresas. Pero si algún caso destaca sobre cualquier otro, podría ser el de los conocidos como caracoles zombi; y es que no hay mejor animal que un caracol como para describir el movimiento de un zombi auténtico.
El video que sigue explica de forma breve como actúa el parásito en cuestión, un perfecto hijo de la grandísima p***, pero también un buen punto de partida para recrear nuestra imaginación y, como no, escribir nuevos relatos de terror. ¿Podrían infectar a los humanos estos parásitos? ¿conoces más ejemplos?