Relatos e Historias de circo, freak shows, payasos asesinos, carnavales y vodevil. Circus Pulp Stories. Aléjate si padeces de Coulrofobia
¡Damas y Caballeros, pasen y vean! La feria acaba de llegar al pueblo. Tenía ganas de dedicarle unas líneas a este tópico, desde que uno de nuestros usuarios (Alisson) nos hizo la sugrencia: ¿Qué es la Literatura Pulp? Por un motivo o por otro lo fui dejando, y es hoy, precisamente tras regresar de mis vacaciones veraniegas, cuando me he decidido a echarle un vistazo al estado de la cuestión, y la verdad, no es fácil encontrar info por raro que parezca. Bien, lo cierto es que el circo hoy en día ya no es lo que era, y nada que ver por supuesto con lo que fue en el siglo XIX, consolidándose como una de las principales fuentes de creatividad pulp desde entonces hasta nuestros días.
En realidad la palabra «circo», si bien es la más conocida en España, puede que no sea la más correcta, o precisa. Para acercarnos al verdadero significado pulp del término tendríamos que tratar conceptos propios, como es el de «Freak Show», casetas del terror o barracas de feria, donde se exhibían humanos deformes —archiconocida es la mujer barbuda—, rarezas del mundo animal, o montajes biológicos imposibles que se hacían pasar por ciertos. Aquí los feriantes eran unos especialistas en la psicología de masas, sabiendo a la perfección como valerse del engaño, el asombro y la puesta en escena, pues el público en su mayoría solía estar compuesto por personas analfabetas. Famosos son los montajes de bestias disecadas Taxidermia: Diez historias bizarras.
El Circo Moderno. Espectáculos de Feria
No vamos a entrar en la historia del circo —del latín circus, que a su vez proviene del griego κίρκος (kirkos), es decir círculos o ruedo—, que para el caso que nos ocupa tampoco es algo que nos interese, tan solo apuntar a su antigüedad —difícil saber dónde y cómo nació exactamente—, destacar la importancia que tuvo en todas las civilizaciones y culturas (griega, romana, china), y una fecha concreta. El circo moderno al que nos referimos en este artículo —ya sin gladiadores ni bestias devorando hombres sobre la arena—, tuvo su origen en Londres, año 1768, de la mano de un oficial de caballería llamado Philip Astley, quien construyó un escenario al aire libre con asientos para los espectadores y sobre el cual se representaban obras de teatro, ejercicios de acrobacia, y hasta carreras de caballos. Este enclave se conocía como Circus Hipodrome. De inmediato surgió el interés por exportar el modelo y hacer caja en otros países, y fue el inglés John Bill Ricketts el primero en llevar el circo moderno a los Estados Unidos, concretamente a Philadelphia, el 3 de abril de 1793. Sin embargo, la expansión del mismo por toda norteamérica se debe al americano Pépin y el francés Breschard, que, tras sus exitosos espectáculos de caballos en España a principios de siglo XIX, ambos se instalaron en Plymouth (Massachusetts), por invitación expresa del embajador español Luis de Onis. Fue tal el éxito, que la compañía de Pépin y Breschard construyó circos por todo el país. Esto sucedió pocos años antes de que en España se instalase el primer circo moderno, concretamente en Madrid, año 1830: El Circo Olímpico. Ahora bien, la verdadera revolución del concepto y su carácter “weird”, es obra de P. T. Barnum y William Cameron Coup, creadores del P. T. Barnum's Museum, Menagerie & Circus, un espectáculo itinerante que se basaba en la exhibición de rarezas y deformidades humanas o animales, lo que se conoce como Freak Show, un concepto genuinamente americano.
Películas de payasos, circos y ferias del terror: Coulrofobia
De inmediato me viene al recuerdo una curiosa película que escenifica toda la grandeza de las carpas de circo, con su lona a colores, blanca y roja —¿cuál es el origen de esto?—, y lo que supone dentro del contexto de una feria que llega al pueblo, al típico pueblo americano de finales del siglo XIX, principios del XX. Hablo de la película titulada El Carnaval de las Tinieblas (1983), todo un emblema dentro del género, y que está basada en una novela de Ray Bradbury, escrita en 1962 y titulada «Something Wicked This Way Comes». Aunque la traducción de este título sería algo así como «Algo malo está por suceder», la novela se comercializó con el título de La Feria de las Tinieblas. Una maravillosa obra de fantasía y terror que nos cuenta cómo la curiosidad de dos niños de unos 13 años se verá inmersa en una terrible lucha entra las fuerzas del bien y del mal. Inocencia (niños), y fantasía (circo), son una mezcla perfecta para este tipo de narraciones. Los circos y las barracas de feria son un tópico recurrente en el mundo del cine y de las series de televisión. Hay muchas películas que recrean la llegada de un circo de estos al pueblo, y como sus habitantes enloquecen, a veces más de la cuenta.
¿Tienes Coulrofobia? Los payasos son, sin duda, un tópico de máxima afinidad con el género del horror, terror, y del que incluso podemos encontrar divertida comedias, como es el caso de Killer Klowns from Outer Space (Payasos asesinos del espacio exterior, 1988). Típica película ochentera de serie b imprescindible, aunque poco o nada recomendable si padeces de Coulrofobia, es decir, un miedo irracional a los payasos. Coulrofobia wikipedia. Circos, ferias y payasos van de la mano, y estos últimos pueden llegar a resultar terroríficos para los niños. El cine y la literatura han sabido explotar el tópico a conciencia, desde el terrorífico payaso de It (Stephen King), hasta el burlón Joker, de Batman, pasando por el atroz Capitan Spaulding, de La casa de los 1000 cadáveres, u otras más convencionales, como El circo de los extraños (2009).
Otra película de terror que explota el concepto, como no ochentera, es Clownhouse (1989). Dentro de las películas de relatos estilo Creepshow, existe una que ya hemos comentado en la web anteriormente, y que está por completo dedicada al tópico que estamos tratando: La caseta del terror (Freakshow, 1995). El género del slasher tampoco es ajeno al tópico: La Casa de los Horrores (tobe Hooper, 1981) y El Caserón de los Sueños (2000). Un elemento de interés, aunque quizás no directamente relacionado —y que solo nombramos, pues entrar en materia sería ya excesivo para este artículo—, es el de los muñecos payaso, arlequines, o el señor Polichinela. Montones d epelículas de terror se han filmado en base a ello. Por cierto, ahora que hemos nombrado a Stephen King aprovecho para sacar a colación uno de sus últimos títulos, en el que claramente se homenajea el concepto pulp de los circos —un parque de atracciones—. Nos referimos a la novela Joyland.
Ahora bien, si hay una película por encima de todas que se pueda considerar como estandarte del tópico Circus Pulp, quizás sea El Circo de los Horrores, una producción británica de 1960 con una trama delirante donde se mezclan payasos, doctores chiflados (Mad Doctors), y bellísimas mujeres. Otros títulos solemnes y que no deberían faltar en ninguna videoteca circense son, entre otros: El Circo (con Charles Chaplin, 1928); La parada de los monstruos (Freaks, 1932, de Tod Browning); El mayor espectáculo del mundo (de Cecil B. DeMille, 1952); Trapecio (con Burt Lancaster, 1956); La Strada (de Federico Fellini, 1954); El imaginario del Doctor Parnassus (Terry Gilliam, 2009).
El espectáculo freak y la literatura: relatos, revistas y novelas
Además de los espectáculos conocidos como Freak Show, otros igualmente populares fueron los Carnavales, el Vodevil (teatro de variedades), las ferias ambulantes con todo tipo de charlatanes y vendedores de crecepelo, o los Dime Museums, colecciones itinerantes de todo tipo que se mostraban al público por un mísero dime, famosa moneda americana cuyo valor facial era de diez céntimos, y que también se usaría para denominar las Dime Novels, publicaciones precursoras de las revistas pulp: Penny Dreadful y Dime Novels. Antecedentes de las revistas Pulp. Todos estos espectáculos solían viajar juntos, formando un todo indivisible. Aunque quizás, la representación más espeluznante y macabra de este tipo de ferias, la encontremos en Francia, y su conocido El Teatro del Gran Guignol.
Toda esta gran variedad de espectáculos, desde las acrobacias de circo, hasta los monstruos de feria, tenían un denominador común, y era el entretenimiento, que iba desde lo macabro a lo insólito. En el siglo XIX la vida podría llegar a ser muy aburrida, y la mayoría de los vecinos de un pueblo nacían y morían en el mismo, sin jamás abandonarlo. La literatura barata, por aquel entonces gracias a las Dime Novels, comenzaba a llevar historias sorprendentes a todos los rincones donde hubiese un lector con diez centavos en su bolsillo, pero hacía falta más, y ese plus, iba cargado en los carromatos de feria. Todo un acontecimiento que nadie quería perderse. Desde los niños, hasta los adultos. Todos disfrutaban por igual.
La literatura pulp no podía ser ajena al fenómeno de las ferias: ¿Qué es la Literatura Pulp? | ¿Qué es la Literatura Bizarra? y de hecho prácticamente no hay una sola revista pulp que no le haya dedicado algún número a esta temática. La mayor parte de las historias relacionados se corresponden con relatos macabros, de terror, o detectivescos, con un amplio surtido de pinceladas eróticas. Las revistas tipo Shudder Pulps se llevaban la palma, como son Horror Stories, por ejemplo. Pero si algo destaca y de qué manera, son una vez más las portadas, siempre impactantes tal y como nos tienen acostumbrados. Por el contrario, y por raro que parezca, tras una búsqueda por la red más o menos profunda, no he logrado encontrar una sola revista dedicada al género en exclusiva. Seguramente las habrá, no digo que no, pero yo no las he encontrado. La única que se aproxima al concepto es Carnival Show, una revista de los años 40, pero más enfocada a crónicas del mundo del espectáculo que a los relatos de ficción. Años más tarde, en los 50 y 60, aparecieron otras revistas con el mismo título «Carnival», algunas de contenido más o menos erótico. La única revista genuinamente pulp, y que se dedicase a este tipo de relatos de ficción en exclusiva, fue Carnival Stories Quarterly (1930), aunque según los registros solo se publicó el primer número, y ahí se quedaron. Más info: philsp.com
Buscando y rebuscando información por google he encontrado algunas «cosillas» interesantes. Un libro, que no sé si estará traducido al castellano pero creo que no, que se titula The Freak Show Murders, editado por Creative Arts Book Co en 1986. Este libro recopila seis relatos del escritor pulp Fredric Brown —uno de los mejores escritores de ciencia ficción y misterio del siglo XX—; cinco publicados originariamente en la década de 1940, y otro más en 1953 (Detective Pulp Magazines). Los títulos que integra son: "Double Murder", "Two Biers for Two", "See No Murder", "Fugitive Imposter", "Client Unknown", todos ellos relatos de detectives estilo hard boiled, junto con el que titula la recopilación, una novela corta también detectivesca pero ambientada en las ferias ambulantes: The Freak Show Murders. Con un título muy, muy similar a la recopilación de Fredric Brown, he encontrado otra recopilación aún más interesante: The Freak Show (Corgi, 1971), editada por Peter Haining, que recopila 20 de los mejores relatos relacionados directamente con el tópico (solo con ver los títulos y los autores, se me hace la boca agua)
Daniel Defoe - The Magician
Edgar Allan Poe - Hop-Frog
Tod Robbins - Spurs
Clark Ashton Smith - The Ampoi Giant
Ray Bradbury - The Dwarf
L. Sprague de Camp - The Gnarly Man
Mildred Clingerman - The Gay Deceiver
Davis Grubb - The Magic Prince
Stanley Ellen - Beiderbauer’s Flea
Fritz Leiber - The Power Of The Puppets
Joseph Payne Brennan - The Rising Man (Levitation)
John Wyndham - Jizzle
August Derleth - Carousel
Esther Carlson - Heads You Win
Robert Bloch - Girl From Mars
Harry Harrison - At Last, The True Story Of Frankenstein
Eric Frank Russel - Mutants For Sale
Margaret St. Clair - Horror Howce
Harlan Ellison - Big Sam Was My Friend
Dylan Thomas - After The Fair
Al margen de lo que son los relatos dedicados, por supuesto los héroes y super héroes pulp no son ajenos al fenómeno. Desde las intervenciones de los grandes clásicos, como The Shadow (La Sombra) y los Crime Circus, hasta los más modernos, como Super Commando Dhruva (Captain Dhruva, por Raj Comics, 1987). Un recurso literario habitual, que no es crossover y que no sé cómo llamarlo: Crossover ficcional. Esencia Pulp, era introducir / situar a los personajes de mayor tirada en tópicos recurrentes, en este caso el mundo del circo ¿Un crosstopic, quizás?
Series y capítulos televisivos: Ferias y Terror
También son muchas las series de televisión de cuentos de terror o historias de miedo que, como no, le dedican un episodio al menos a la temática de los circos. Algunos de los que tengo conocimiento: Historias del Más Allá: 3ª temporada. The Circus / El Circo, episodio 49, año 1986 | Historias de la Cripta: 1ª temporada. Entierra ese gato, está muerto. Episodio 3. Año 1989 | Historias de la Cripta: 5ª temporada. Comida para el pensamiento. Episodio 56. Año 1993 | Incluso hasta parece que la cuarta temporada de una gran serie como American Horror Story se subtitulará: American Horror Story Freak Show, a estrenar el próximo otoño. Y, como no, la serie que nos ha recomendado en más de una ocasión nuestro amigo Salino, que también va como anillo al dedo: Carnivàle (Serie de TV), producida por el canal HBO y con dos temporadas y 24 episodios de una hora de duración en su haber. Una trama sobrenatural que gira entorno a un circo que es una mezcla de freaks, prostitución y vaudeville.
Hoy en día el mundo del espectáculo circense está muerto y enterrado. Pero hubo un tiempo en que esta era la única forma que tenían las personas para abrir una ventana al mundo, y ver más allá de lo que hasta ese momento conocían. En la actualidad, supongo que internet, para bien o para mal, es quien ha cogido el legado. ¡El show debe continuar!
Extra: Circus Charlie, el videojuego
Puestos a completar el artículo, no podía olvidarme de un mítico juego de los ochenta, uno de esos que forman parte de mi infancia, y que seguro muchos de vosotros también recordais con cariño: Circus Charlie. ¿Quién no se ha dejado una moneda de cinco duros en algún bar de mala muerte para echar una partida? Circus Charlie, Konami 1984
Había una vez un circo...
Más info: Glamour shots of carnival "freaks" of the 1800s were oddly touching | Freak Show: