Aunque los pulps explotaron hasta la saciedad este recurso, sus orígenes son mucho más antiguos
El crossover ficcional es uno de los recursos literarios, o mejor dicho, de marketing literario, más utilizados durante la Era Dorada Pulp, hasta nuestros días. Y, ¿qué es un crossover ficcional? Pues algo tan sencillo como crear una nueva historia a partir de personajes, o situaciones conocidas, haciéndolos coincidir en una mezcla o cruce imposible, pero que tiene el suficiente gancho como para ganarse al lector solo con plantear la idea. Incluso muchas veces es el propio lector quien reclama estos pastiches, con preguntas cómo…, ¿en una pelea, quien ganaría, Tarzan o Chuck Norris? Crossover ficcionales los hay de todo tipo, pero la mejor forma de entender el concepto es con ejemplos. Imagínate que al mayordomo de Bruce Wayne no se le ocurre mejor idea que contratar al Equipo A, para rescatar a Batman, prisionero en las mazmorras de El Joker. Por ahí van los tiros. Aunque, y como guiño a todos los que sois ochenteros como un servidor, puede que una de las películas más representativas sea “Una Pandilla Aluciante, 1987”; película cuyo recuerdo me ha motivado para este artículo, y de la cual ya hablaremos otro día. Ahora, veamos el origen de los crossovers.
Dentro de la literatura, probablemente la forma más disparatada de crear historias sea recurrir a los crossover ficcionales, un recurso netamente pulp. Ya hemos hablado en otros artículos como la industria pulp tenía como único objetivo vender historias y hacer caja. Si había que recurrir a portadas impactantes, se hacía; si lo que funcionaba eran los Cliffhangers, se utilizaban; y si lo que más vendían eran las noticias falsas, pues se inventaban. El único límite era la imaginación del autor, o la crítica del lector, pero en la Era Dorada Pulp, éste tenía unas tragaderas enormes. Sin embargo, la invención de los crossover ficcionales no data de esta época, sino que es muchísimo más antigua. En el artículo A Brief History of the Crossover, publicado por Jess Nevins para la web io9.com, se identifican varios tipos diferentes de crossover, así como se establece su origen en las mitologías antiguas, las cuales solían interaccionar para crear nuevos relatos.
Quizás la obra que nos acerque el concepto por primera vez, se encuadra dentro de la mitología griega, y ésta sea el Mito de Jason y los Argonautas, donde nos encontramos con un amplio abanico de héroes y semidioses (Jason, Hércules, y otros), juntos codo con codo en la búsqueda del vellocino de oro, de la misma forma que los héroes de la Marvel, en la colección Los Vengadores (The Avengers: Iron Man, Thor, y otros), o la Liga de la Justicia (Superman, Batman, y otros), de la editorial DC Comics, se “arrejuntaban”, en pos de un objetivo común. De las diferentes versiones, Jess Nevins cita a Apolonio de Rodas, poeta griego de la tercera centuria anterior a Cristo, y autor del poema épico Argonáuticas, como el responsable de realizar el primer crossover ficcional dentro de la cultura popular.
Este tipo de crossover, basado en la creación de nuevas historias por fusión de las diferentes mitologías, fue muy común en los siglos posteriores a la obra de Apolonio, y como ejemplos más característicos tendríamos a Lucian de Samatosa, escritor Sirio del siglo II D.C. , y considerado como uno de los mayores genios satíricos de la Literatura Universal. Luciano, con su obra “Historia Verdadera”, no solo nos propone uno de los primeros viajes conocidos a la Luna, describiéndonos cómo son y cómo viven los selenitas, adelantándose así unos cuantos siglos a la obra de Verne, y por tanto según muchos el padre de la ciencia ficción moderna, sino que también, dicha obra nos ofrece todo tipo de cruces imaginables. A grandes rasgos, la obra, que para algunos es una sátira de esta otra: “Los prodigios más allá de Thule, por Antonio Diógenes, 100 d.C.”, nos relata el viaje en barco de Luciano y sus amigos aventureros, quienes se ven inmersos en fuertes corrientes de viento que los llevan a la Luna. Allí, se encontrarán en medio de una guerra entre los habitantes de la Luna, y los habitantes del Sol. Esta obra es absolutamente disparatada, y está repleta de alusiones y referencias a obras precedentes, así como de todo tipo de criaturas mitológicas, para dar sustancia al relato. Una increíble parodia en la que no deja títere con cabeza, y donde lo mejor sin duda es su gran imaginación para contar historias. Lucian de Samatosa no solo fue el primero en viajar a la Luna, sino también en viajar al centro de la Tierra, así como defender que era posible vivir dentro de una ballena. Desde luego tendríamos que nombrar a Luciano como autor pulp honorífico de ésta, nuestra web. Un crack, sin duda.
Una vez concretados los orígenes del crossover ficcional, Jess Nevis apunta una serie de hitos memorables que hicieron las delicias de todos los amantes de un recurso como éste, las cuales van desde historias míticas en torno a Los Caballeros del Rey Arturo, hasta otros, como por ejemplo, el recurso de los personajes recurrentes que utilizó el novelista francés Honoré de Balzac. Con Balzac encontramos un estilo de Crossover diferente, donde es el propio autor quien construye historias de ficción recurriendo a sus personajes, haciendo que confluyan en un mismo universo.
Si bien Balzac sentaría las bases de un tipo de crossover que se repetiría hasta la saciedad en la Era Dorada Pulp, tratando de exprimir al máximo los personajes y la creatividad de los autores que cada editor tenía en plantilla, probablemente el rey de los crossover era el que tenía lugar mediante cruces de personajes de diferentes autores, por supuesto sin respetar derechos de autor ni nada que se le pareciese. La Era Dorada Pulp, que de ninguna manera se circunscribía a los Estados Unidos, sino que también tuvo su correspondiente réplica en países como Alemania, fundamentalmente, y seguida de muchos otros como Francia, España, Inglaterra, e incluso Rusia o Japón, era lo más parecido a una jungla, donde todo vale con tal de sobrevivir, es decir, vender historias. Ver: Revistas Pulp Europeas. Parte I; Revistas Pulp Europeas. Parte II; Pulps, Nazis y Ciencia Ficción; Pulps en España. 1900 -1940; Revistas Pulp Japonesas. Los Pulps en Japón; Russian Pulp. Los Pulp en la Unión Soviética.
Respecto a estos crossover, donde se cruzaban los personajes más exitosos de diferentes autores, por parte de un autor ajeno a los mismos, tiene su origen en 1849, cuando Mary Cowden Clarke publicó “Las Aventuras de Kit Bam”, donde un viejo marinero relata a su familia sus peripecias, narrándoles todo tipo de encuentros con personajes conocidos, desde el Frankenstein de Mary Shelley, hasta el Otello de Shakespeare.
Este tipo de narraciones, en las que el protagonista viaja a una ciudad o un mundo perdido, donde habitan personajes famosos, fue un tópico sumamente recurrente en la literatura popular. En incluso, podemos discernirlo de otro tipo de crossovers, en referencia aquellos en los que el viaje sucede después de la muerte, y los personajes protagonistas, son en realidad las almas, o espíritus de famosos literatos, escritores, o héroes; espíritus todos ellos errantes en la otra vida, que coinciden en un mismo plano. En este caso hablamos de un género propio que se conoce como Bangsian fantasy, término acuñado por John Kendrick Bangs. Adscrita a este sub-genero, tenemos como una de las obras más populares la del mexicano Adolfo Fernández Bustamente, titulada “La Rebelión de los Fantasmas, 1949”, película que sitúa la trama en vieja ciudad de México, que va ser demolida, y en la que habitan los fantasmas de La Llorona, Samson, Don Quijote, Romeo y Julieta, Chopin, Paganini, Tutankhaman, y The Wandering Jew, quienes no están conformes con la idea.
Ya en la Era Dorada Pulp, el personaje por excelencia, y el favorito de todo creador de crossover, era sin duda el personaje estrella de todo pulp. Hablamos de ese concepto de personaje aventurero, detectivesco, en todas sus versiones. Unas veces sería Nick Carter, y otras, cualquier sucedáneo imaginable de Sherlock Holmes. Pero no solo eso, la cosa no acaba aquí. Este recurso se hizo tan popular, que no hubo un solo género dentro de la Literatura Pulp que no abusase de él. Desde las historias del oeste, donde el héroe debía enfrentarse al Conde Drácula, hasta las acostumbradas asociaciones de héroes para vencer un mal común. Resulta imposible hablar de todas las historias que se escribieron, la mayoría ilegales, aunque algunas ya las hemos citado en anteriores artículos al hablar de la evolución y desarrollo de la Literatura Pulp en diferentes países, artículos a los que me remito (ver referencias en párrafos anteriores). Señalar que, la gran mayoría de estos crossover no autorizados, tuvieron su razón de ser sobre todo en Europa y Asia, donde los pulps que escribían los autores de estos países atajaron por el camino más corto, que no era otro que utilizar los personajes ya creados por los autores estadounidenses, copiándolos, o cruzándolos, ya que así la venta estaba asegurada. Si algunos se piensan que el plagio es cosa de internet, es porque no conocieron la industria pulp, donde todo vale, y donde era imposible defender los derechos de autor entre paises, muchos de los cuales estaban a punto de entrar en guerra.