Los Cuentos de Calleja, ¿un antecedente de la literatura pulp española? Saturnino Calleja, el 9 de julio se cumplen 99 años de su muerte
El artículo de hoy será algo así como nuestro pequeño homenaje a uno de los editores españoles más representativos, y también olvidados, por desgracia: Saturnino Calleja. Muy pocos jóvenes de hoy en día conocerán una de las frases populares de nuestros abuelos, aquella que decía «tienes más cuento que calleja», haciendo referencia al típico interlocutor que no calla ni debajo del agua, y que además todo lo que cuenta es difícilmente creíble, por mucho que se empeñe (si alguien te responde así tras contarle tus excusas por llegar tarde, bien al trabajo, o una cita, es que tu credibilidad está bajo cero, ¡ojo!). Son frases de las de antes; y si pocos la reconocen hoy en día, muchos menos sabrán de dónde viene. Toca hablar pues, de Saturnino Calleja. ¿Quién era, y por qué debemos recordarlo?
La era precedente al movimiento pulp está ampliamente desgranada en países como Estados Unidos, y ya hemos hablado de algunas de las claves a tener en cuenta: Penny Dreadful y Dime Novels. Antecedentes de las revistas Pulp. En España la difusión de la literatura popular —entendida ésta como literatura para el pueblo escrita por autores con nombre propio, algo así como pulp, solo que en España dicho término nunca existió por aquel entonces, y no como literatura del pueblo para el pueblo, acepción más extendida—, tuvo uno de sus máximos exponentes en la obra de Saturnino Calleja, con la peculiaridad de que dicha obra era sobre todo infantil y juvenil. La mayor parte de las obras que escribió y publicó eran cuentos para niños, ricos en ilustraciones, de tramas sencillas pero muy imaginativas, y que se caracterizaban por ser muy baratas. Pero no solo eso, su editorial publicaba casi de todo. Desde libros religiosos hasta libros para adultos, pasando por libros técnicos o pedagógicos.
Saturnino Calleja Fernández fue ante todo un emprendedor y un hombre enamorado de su trabajo. Algo así como un Frank Munsey a la española, sentando las bases de lo que sería una forma editorial nueva y desconocida hasta la fecha, de forma independiente a los movimientos que en este sentido estaban comenzando a producirse en otros países como Estados Unidos, Inglaterra, o Alemania. Burgalés de nacimiento (Quintanadueñas, Burgos 1.855 – Madrid, 1.915), fundó en el año 1879 la editorial infantil y juvenil más importante y representativa de la historia española, a partir de un negocio de librería y encuadernación heredado de su padre, en la calle Paz de Madrid. A partir de entonces los números abruman. Esto es lo que resalta la Wikipedia sobre Saturnino Calleja: la Editorial Calleja, que llegó a ser la más popular en España, en Hispanoamérica y en Filipinas y que publicó, en 1899, un total de 3.400.000 volúmenes. ¡Casi nada!
Si bien la primera editorial escolar de España fue creada por Victoriano Hernando en 1828, fue la Editorial Calleja la primera en entrar de lleno en las escuelas y la primera en contribuir de forma plena a la alfabetización de un sector poblacional poco dado a las letras. Nos encontramos pues con uno de los principios básicos que fomentaron la literatura pulp universal, y es el de romper la barrera que existía entre la literatura clásica dirigida a una minoría pudiente, a la democratización de la misma, a través de la literatura popular, barata, y al alcance de todo el mundo. Las obras de la Editorial Calleja se caracterizaban por dos cosas, una, su gran tirada a un coste mínimo, y por otro, la inclusión de un buen número de ilustraciones. Estas publicaciones se nutrían de cuentos populares conocidos, como los cuentos de los Hermanos Grimm, por ejemplo, así como otro gran número de cuentos, relatos e ilustraciones de autores desconocidos, que únicamente firmaban sus obras para la editorial con sus iniciales, otro elemento típico de los pulps. Por tanto, ¿deberíamos considerar la Editorial Calleja como la pionera del pulp en España? Ahí dejo la pregunta.
Las obras que publicaba la Editorial Calleja, al estar dirigidas a un público infantil, los cuentos se modificaban con finalidad pedagógica, por lo que tanto los personajes como los argumentos a veces diferían notablemente de la idea original. Como ejemplo, «Hansel y Gretel», de los Hermanos Grimm, se tradujo como «Juanito y Margarita», «Las aventuras de El Barón Munchausen», por las de «El Barón de la Castaña», o la maravillosa historia de «El soldadito de plomo», escrita por Hans Christian Andersen, en la cual el pobre y desdichado soldadito, mutilado, vive mil y una peripecias por el amor de una bailarina, en la versión de Calleja todo lo hace por la Virgen del Pilar, al menos en la primera edición de este «Cuento de Hadas» que se publicó en España. Todo un cachondo con las licencias que se tomaba al editar estos cuentos, la verdad.
Nota: Tenía previsto publicar este artículo el 9 de julio, que es cuando se cumplen 99 años de su muerte, pero nos vamos adelantar unos días, pues en julio a saber dónde andaremos. Y así, además, a ver si google se da por enterado y no se olvida de preparar un doodle para la ocasión, y si lo hace, esperemos que nos cite, por ayudarle a recordarlo. Y ojo, para el año que viene es el centenario. ¡A ver si preparamos algo!
Más Info: cuentosdecalleja.org
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Imagenes tomadas de un interesante blog personal que recopila un motón de portadas de calleja: enfilando.blogspot.com.es