Presentación de la novela pulp «El Erradicador de Pecados» y entrevista con su autora: Ana Morán Infiesta
Muchos ya la conocéis, al menos quienes sois habituales por estos lares. Ana es una de nuestras colaboradoras, no tienes más que darte una vuelta por la web y seguro que encontrarás alguno de sus trabajos. Sin embargo, y a pesar de que lleva entre nosotros algunos años, la verdad es que nunca la hemos presentado a la comunidad, y es hoy, a raíz de la publicación en papel de la que es su primera obra en solitario, cuando nos hemos decidido a pasarle el cuestionario de rigor, y someterla al tercer grado. Bueno, no tanto que tampoco somos tan malos, y además el hecho de tener abierta la web a todos los públicos nos impide lanzar preguntas incómodas o fuera de tono, curiosamente las que nos harían subir en los rankings de audiencia como la espuma, y material hay, pues los personajes de la escritora rayan ese punto inmoral y transgresor que tanto nos atraen. Pero ahora, en las líneas que siguen, nos limitaremos a conocer algo más sobre ella y darle la oportunidad para que nos convenza y vayamos corriendo al quiosco de la esquina a comprar su novela pulp “El Erradicador de Pecados”.
-Háblanos de ti, Ana, ¿Quién eres?
Pues soy una aficionada al cine y la literatura fantástica, con una incesante necesidad de crear (sea con un teclado, un ganchillo o lo que se me ponga a tiro), que un buen día coincidió en un foro con una panda de locos amantes de escribir y decidió escribir un relato bastante tontorrón sobre un trasgu que molestaba a los inquilinos de una casa rural. A partir de ahí me picó el gusanillo de la literatura y hoy soy, ante todo, una escritora por pura necesidad de plasmar mis ideas sobre el papel.
-Te defines a ti misma como escritora pulp. ¿Cuándo y cómo llegaste a esa conclusión?
Pues fue poco después de que en Los zombis no saben leer, revista en la que luego entraría como parte del equipo editorial, me cogiesen un relato y empezase a descubrir que «mis fumadas» podían ser historias pulp. A raíz de ahí también empecé a descubrir a muchos autores clásicos del género, del que por entonces conocía básicamente la vertiente terrorífica, y a darme cuenta de que la hibridación de géneros a la que yo tendía no era tan rara y no tenía por qué cortarme a la hora de reflejar sobre el papel mis historias más excéntricas.
-La mayoría de la gente no sabe qué es un escritor pulp, ¿Cuántas veces has tenido que explicarlo?
Unas cuantas, casi tantas como tener que aclarar que pulp no equivale directamente a infraliteratura u otros comentarios prejuiciosos que se te puedan ocurrir. Al final, cuando hablo con gente ajena al mundo literario, muchas veces, en vez de hablarles de pulp, lo hago del subgénero de las historias que escribió (western, ciencia ficción, terror) o del tono que suelo dar a mis historias.
-El Erradicador de Pecados es tu primera novela en papel en solitario, pero no es tu primer trabajo, ¿Verdad?
No, antes de este libro ya había publicado en varias antologías, en cuatro de ellas (No Tocar, Legendarium Volumen 2, Bueno, Bonito ¡Maldito! y Hasta siempre, princesas) ya había publicado a nivel profesional. Eso sin contar con otras antologías sin ánimo de lucro. En lo que se refiere al pulp, además de en Amanecer Pulp 2013 y el primer Halloween Tales, para los que aporté relatos protagonizados por mi detective Diana Hunt, he participado en antologías como Action Tales.
-Que te publiquen en papel es el sueño de todo escritor que comienza en el mundillo, ¿Cómo lo conseguiste?
En parte, y aunque suene a trabalenguas, por estar en el momento adecuado en el lugar adecuado y con el material adecuado en el cajón. Libralia, la editorial del Erradicador de Pecados, acababa de aceptar la publicación de Hasta siempre, princesas, y José Luis Cantos, el coordinador de la misma, me avisó de que tenían abierta la recepción de manuscritos y buscaban incorporar nuevos autores. Visto el relato que me habían aceptado para Princesas, me pareció que podían ser una editorial dispuesta a publicar una novela corta que llevaba un tiempo en el cajón, sin que me decidiese a autoeditarla ni a mandarla a ningún sitio por ser demasiado breve. Tras descartar escribir más relatos sobre Dodge, completé el volumen con varios relatos que, pese a estar entre lo mejor que había escrito, se habían ido quedando en el cajón o en tierra de nadie, por no encontrar su lugar ideal o formar parte de proyectos que luego no vieron la luz, como el Visiones 2010, para el que había sido seleccionado “Cenizas de un mundo muerto”, el primero de los relatos de “complemento” de libro. Así que monté el tocho y para evitar que algunos colegas me hicieran vudú, vencí mi miedo escénico y lo mandé a ganarse la publicación, cosa que ocurrió unos meses después.
-¿Qué le dirías a tus posibles lectores para que se compren El Erradicador de Pecados? ¿De qué va?
Que si les gusta el western, las historias sin prejuicios, los personajes atípicos, las animadoras, los ninjas o simplemente pasárselo buen durante unas ciento sesenta páginas de las casi trescientas que componen la antología, van a disfrutar de este Erradicador de Pecados. Si además les atrae la ciencia ficción soft, el steampunk o las historias que hablan sobre el propio arte de crear, también van a disfrutar con los cuatro relatos restantes.
En cuanto a la historia del Erradicador en sí, es la de un territorio llamado Tierra de Nadie, regido y habitado por diez taifas a cada cual más excéntrico, que ven como una nueva colonia, llamada los Templarios, desea instalarse allí, dispuestos a liarla parda, aunque el resto de jefes no lo sepa y solo unos pocos desconfíen de las intenciones de los nuevos vecinos. Entre quienes desconfían, estará Francesca Fulcanelli, la sheriff de New Dodge City, la colonia más poderosa de todas; una mujer más dura que Chuk Norris y con una extraña capacidad para hacerse querer a pesar de ser un poco bruta. No quiero destripar demasiado, pero, a partir de un punto de la narración, el conflicto estallará y la historia se llenará de acción y de algún otro momento con toque terrorífico, sin dejar a un lado el humor negro marca de la casa.
-Lo que diferencia una entrevista aburrida de otra divertida son las anécdotas inconfesables. ¿Algo que contar, relacionado con la novela, la inspiración que te acecha, o cualquier otra cosa?
Pues, no sé hasta qué punto resultará divertido o no, pero he de confesar que, dejando a un lado fuentes de inspiración como el cine fantástico en torno a los cincuenta y setenta y mis lecturas, muchos de los relatos que más alegrías me han dado tienen origen en sueños extraños que tengo, y que se resisten a abandonarme a lo largo del día siguiente, o en divagaciones en las que se sumerge mi propia mente durante periodos de insomnio, largas esperas en las que no tienes nada con qué entretenerte o realizando tareas muy monótonas. Recuerdo que una parodia que escribí hace tiempo sobre los cuentos populares y las historias de caballeros andantes surgió a medias entre una cena en la que acabamos hablando de los chistes de Forges y mi propio insomnio de esa noche; durante un verano en el que solapé preparar oposiciones e impartir clases, escribí el “Tocado por Ra”, un relato que, además de la publicación en papel, en su momento me valió varios « ¿Pero qué coño has escrito? Me encanta.»
En el caso de El Erradicador de pecados, la novela corta no habría existido si antes no hubiese tenido un sueño muy extraño, sobre mafiosos vestidos de vaquero, científicos locos y animadoras, que al día siguiente se transformó en un relato titulado “Animadoras Robadas”. A partir de ahí, me entraron ganas de seguir tratando con los personajes, llegaron tres relatos más para Los zombis no saben leer, y la novela.
Y eso me lleva a la última confesión: soy una autora que se resiste a dejar sus universos. Mis relatos totalmente autónomos son ya minoría seguramente. No quiero decir que mis historias no tengan entidad propia, todas la tienen, pero si escribo Espada y Brujería, me gusta situar las historias dentro de una misma realidad, aunque les sucedan a diferentes personajes y en diferentes lugares; lo mismo me sucede con mis relatos de ciencia ficción, me gusta mantener razas, planetas… También tengo mis pequeñas series, compuestas por relatos independientes entre sí, creo que en ese aspecto se me nota la herencia pulp. De hecho, el único relato de El Erradicador de Pecados que no tiene algún hermano publicado es “Por una musa”, la historia de cierre, que sí sirvió de base para la primera novela que terminé, y que hoy considero impublicable dados los estándares de calidad que me impongo.
-¿Qué será lo próximo, o qué te gustaría que fuese?
Si alguna editorial se atreve con ella, me gustaría ver publicada la primera novela protagonizada por Diana Hunt, que ya escribí hace un tiempo y la tengo por ahí ganándose la publicación. También está ahí en el horizonte la publicación al proyecto Weird Western amparado por Dlorean y quiero seguir trabajando en la novela que he empezado hace poco, una historia centrada en el universo de Diana Hunt, pero que no está protagonizado por ella, sino por Arcángel, un personaje para el que tenía unos planes muy distintos, pero con demasiada personalidad como para no acabar plegándome a sus deseos, y del que pronto los lectores de relatos pulp podrán disfrutar de su presentación en sociedad gracias al Amanecer Pulp 2014.
-¿Algo más que añadir?
Nada más que daros las gracias por darme esta oportunidad para presentar a mi Erradicador y desear a los lectores que se acerquen a él que disfruten leyéndolo tanto como yo disfruté escribiendo las distintas historias que lo componen y, ante todo, que no se corten en dar sus opiniones sean más o menos positivas.