EI16
Lanzas el cuchillo al teniente Wittmann y se lo clavas en el pecho. A continuación, mientras se desploma, dispara varios tiros al aire. Por fortuna no te da ninguno, pero eso es lo de menos. Las dentelladas de Ronin aplacan los gritos de dolor de Lucy de inmediato. Una balsa de sangre caliente rodea tus pies, y te muestras no solo incrédulo, sino también acabado. Caes sobre tus rodillas, mientras Abott te grita que debéis salir de allí a toda prisa. Pero tú no lo haces, necesitas tiempo para reponerte de un espectáculo tan dantesco como éste.
Las bestias mutantes, que otrora fueron la marinería del Black Swan, estarán libres de un momento a otro. Solo es cuestión de tiempo, tiempo del cual tú ya no eres consciente. Abott intenta tirar de ti, pero le resulta imposible. Malherido, no es capaz de cargar con un peso muerto como el que tú ahora representas. ¡Muerto!, muertos ya estáis los dos. Tú y Abott no aprovechasteis mientras pudisteis. De Lucy ya no queda más rastro que sangre y casquería dispersa por toda la habitación. Ahora Ronin se abalanza sobre ti, dándote un abrazo mortal. Abott trata de huir él solo, pero las bestias mutantes ya han conseguido liberarse.
Hasta aquí ha llegado tu aventura, y éste es tu final, devorado por tu propio perro.
FIN