La editorial Valdemar reeditará los mejores relatos de Vernon Lee en su colección gótica. Otro volumen que no puede faltar en tu colección
Si te gustan los relatos clásicos de fantasmas, previos a la Era Dorada Pulp, tengo malas noticias para ti. Es más que probable que en mayo te encuentras con la necesidad de rascarte el bolsillo, y ya van unas cuantas este año. La culpa la tiene la editorial Valdemar, con otra de sus reediciones en versión gótica. Esta vez le toca turno a la escritora británica del siglo XIX Vernon Lee, seudónimo que solía utilizar la autora Violet Paget (1865 – 1935), quien en realidad pasó la mayor parte de su vida en Italia. El libro que te proponemos llevará por título: “El príncipe Alberic y la dama serpiente, y otras historias fantásticas y siniestras”.
La obra de Vernon, influenciada en sus inicios por los trabajos de Walter Parter, aunque extensa y con abundantes relatos dentro del género sobrenatural, no figura entre las más conocidas. Tampoco existen notables menciones de los maestros pulp en cuanto a influencias, y a día de hoy, a penas encontramos algún que otro relato de Vernon, a no ser diseminados en diferentes antologías dedicadas a historias clásicas de fantasmas. No es raro encontrarla en recopilaciones junto a otros de los grandes, como Ambrose Bierce o Sheridan Le Fanu. Buscando algo de información al respecto, he encontrado este interesante post: Dover Ghost & Supernatural classics.
No cabe duda de que Vernon fue una de las pocas mujeres que se dedicaron por completo a la escritura gótica y fantástica durante el siglo XIX, ya en los albores de la Era Dorada Pulp, y además con éxito. Una autora que supo moverse en los círculos artísticos, y puede que buena parte de ello fuese a causa de su relación con el pintor estadounidense John Singer Sargent, ambos compañeros de juegos en su Florencia natal, Italia.
Sargent fue uno de los retratistas más famosos de su generación, al igual que su vida privada, llena de rumores y escándalos, y, según parece, Vernon sería de las pocas personas que conocerían todas sus correrías en primera persona, no por ser la protagonista, sino por ser su confesora. Aunque esto último no lo tengo del todo claro, y mejor lo dejamos aquí, no vaya ser que la entrada de hoy se convierta en una caricatura informativa tipo revista del corazón.
Centrándonos en la publicación que nos ofrece Valdemar, sin duda lo primero que nos llama a la atención es la portada, una vez más. Nada más verla me di cuenta que no era de Zdzisław Beksinski, artista habitual en este tipo de ediciones. Tras realizar la consulta pertinente, averiguamos que se trata de una obra del pintor Jean Delville, coetáneo de Vernon Lee, y que le va como anillo al dedo, pues este pintor era todo un amante del ocultismo, y sus obras así lo reflejan.
Debo reconocer que cuando leo historias de este tipo, lo que mejor funciona, o al menos así me lo parece, son las antologías compuestas por varios autores, puesto que suelen ofrecer una mayor riqueza de matices. No obstante, este tipo de ediciones (puro lujo y todo un regalo para el lector), son imprescindibles, y siento traeros estos gastos en plena crisis, pero la cultura puede que sea un buen paliativo para la crisis, o puede que no.
En fin, en mayo, toca leer a Vernon. Y si la crisis es demasiado acuciante, siempre nos queda la biblioteca.
Portada del pintor Jean Delville