¿Quién no ha soñado alguna vez con tener rayos X en los ojos? Una idea más que seductora que el maestro Corman no ha dejado pasar por alto. Eihir revisa para nosotros esta maravillosa película pulp

Producida y dirigida por el gran Roger Corman, El Hombre con Rayos X en los Ojos es uno de los clásicos de la ciencia ficción de los años sesenta, y si bien se podría decir que es una cinta bastante modesta, no por ello dejamos de encontrarnos una historia repleta de elementos pulp que hará las delicias de los amantes del género. ¿Qué nos cuenta esta película? Pues trata de la historia de un científico (una vez más tenemos al mad doctor de turno, aquí protagonista absoluto de la película y no un mero secundario como suele ocurrir en la mayoría de producciones), el doctor James Xavier, experto en el campo de la visión humana. Obsesionado con la idea de incrementar la capacidad visual de las personas, Xavier decide llegar hasta las últimas consecuencias de sus experimentos tomándose a sí mismo como sujeto de ellos. Al principio parece que todo ha resultado de forma exitosa, pero pronto el científico se volverá adicto a su propia fórmula que además también afecta a su mente, adentrándole poco a poco en el abismo de la locura hasta llegar a ser considerado peligroso y perseguido por las autoridades. Ni siquiera sus amigos podrán salvarle del peligro, mientras Xavier continúa aplicándose el suero y expandiendo sus nuevas dotes de visión hasta límites insospechables.

Aunque es evidente que el film es pura ciencia ficción de serie B, no se puede obviar el toque de horror que Corman suele infligir a la mayoría de sus películas, consiguiendo llevar a la perfección la clásica historia de científico chiflado sin recurrir a las premisas de siempre como armas de destrucción del mundo o similares. Aquí nos encontramos más bien una nueva reformulación de El Hombre Invisible de H.G. Wells, si bien cambiando la facultad de la invisibilidad por la de la visión de rayos X, pero con las mismas catastróficas consecuencias para el protagonista.

En el papel de protagonista absoluto de la cinta tenemos al actor Ray Milland como James Xavier, héroe y villano al mismo tiempo, pues aunque al principio sus intenciones son buenas, pronto su ego y sus poderes lo trastornarán hasta el punto de que ni el amor de su compañera pueda salvarle. Aunque Milland ya estaba en el declive de su carrera cuando protagonizó esta película, fue un gran actor de la época de los años 40 y 50, logrando un Oscar por Días sin Huella, además de haber trabajado con los grandes de Hollywood como Hitchcock en Crimen Perfecto.

La película es puro atractivo visual para el espectador, con un uso de la cámara que pone en su punto de vista lo que el protagonista ve en cada momento, lo que provoca cierta empatía en las escenas donde Xavier usa su poder de Rayos X. Ya desde su un inicio es bastante sorprendente, con ese primer plano de un ojo humano tan peculiar, con un enorme y azul iris inyectado de sangre que adelanta lo que el espectador va a presenciar a continuación.

A destacar la secuencia de la fiesta, donde Xavier puede ver a la gente por debajo de sus vestimentas, como un Dios capaz de ver el alma humana desnuda. Sin embargo también encontramos en la película otras lecturas, como el mal uso de las drogas o los peligros de jugar a ser Dios, además del miedo y de la persecución de los que no entienden lo que sucede. La cinta ciertamente no posee unos efectos especiales de antología, pero se salva gracias a las secuencias donde el protagonista ve a través de la piel, músculos y órganos interiores, además de los juegos psicodélicos que colocan al doctor en el pozo de la demencia absoluta.

Y por supuesto está la escena final, el castigo autoinflingido del protagonista al escuchar la famosa cita bíblica de Si tu ojo te ofende…, que concluye todos los males de Xavier gracias al sacrificio personal de sus ojos, justo correctivo divino a pagar por sus pecados de soberbia, pues ya lo exponía magistralmente H.G. Wells en todas sus obras: la ciencia en malas manos es peligrosa. Y el Hombre con Rayos X en los Ojos es una plasmación maestra de este paradigma.

En definitiva, una muestra más del efectismo del maestro Corman, capaz de hacer lo mejor con lo poco que le dan, y que en esta ocasión se aparta de sus películas góticas de los cuentos de Edgar Allan Poe para presentarnos la obsesión de un doctor que ha logrado fabricar unas gotas milagrosas que darán una visión especial al ser humano. Una vez más, un hombre que tiene un sueño que termina convertido en pesadilla, culpable de querer superar a Dios con su ciencia insolente. Y es que todos no pueden ser como Superman, capaz de freír a sus enemigos con sus poderosos Rayos X, seguramente el primer superhéroe de la historia en incorporar tal superpoder.

Tenemos pues una historia de ciencia ficción muy pulp, absolutamente recomendable, que maneja los elementos del género con solvencia, con toques de terror, romanticismo y suspense. Entretenimiento asegurado.

Lo mejor: Todo el conjunto, una buena historia de género que entretiene de principio a fin.

Lo peor: Tal vez que en el último tercio la película decae un poco.

La secuencia: La escena final de la película. Si tu ojo te ofende…

FICHA TÉCNICA: Título original: X: The Man with the X-Ray Eyes. Año: 1963. Duración: 80 min. País: Estados Unidos Estados Unidos. Director: Roger Corman. Guion: Robert Dillon, Ray Russell. Reparto: Ray Milland,  Diana Dervlis,  Harold J. Stone,  John Hoyt,  Don Rickles,  Vicki Lee, Lorie Summers,  Dick Miller,  Morris Ankrum,  Kathryn Hart,  Bert Stevens. Productora: Alta Vista Productions. Género: Ciencia ficción. Más Info: Artículo Wikipedia.

Blu-Ray / DVD: A la venta en AMAZON.ES

El Hombre con Rayos X en los Ojos

Arriba: Póster película: El hombre con rayos X en los ojos