Aquí tenemos otro gran artículo de nuestro compañero Vicente acerca de uno de esos actores tan poco reconocidos hoy en día, como representativos en lo que al cine de acción y aventuras se refiere: Michael York; el protagonista de «La Fuga de Logan»
Los Tres Mosqueteros, La Fuga de Logan, La Isla del Doctor Moreau, El Secreto del Sahara, Asesinato en el Orient Express, y muchos otros títulos acuden a nuestra mente cuando nombramos al gran actor Michael York (1942, Reino Unido). Ya hace algún tiempo publiqué un artículo sobre otra leyenda viva, Richard Chamberlain (curiosamente, ambos trabajaron juntos en las películas de los mosqueteros), y ahora toca el turno de elogiar a otro de los actores que encarnaron al héroe pulp en los setenta y ochenta.
Hijo de madre dedicada a la música y de padre ejecutivo de la cadena de supermercados Marks and Spencer, Michael York siempre tuvo claro que su porvenir estaba en el mundo de la interpretación. Estudió en el University College de Oxford, y a finales de los 50 debutó en el West End londinense dando inicio a una brillante carrera como intérprete teatral, forjada en los mejores escenarios del país. Militó en el National Youth Theatre y en la Oxford University Dramatic Society antes de debutar en el cine en 1967 a las órdenes de Joseph Losey en Accidente, aunque sería con Romeo y Julieta (1968) con la que York comenzaría su fama. Participó en muchísimas obras, tanto cine, como televisión y teatro, y entre sus dotes principales siempre destacó su gran versatilidad y su capacidad de encarnar a la perfección al héroe popular y cercano. Con este artículo rendimos homenaje a este popular rostro del cine británico, comentando las principales películas pulp en las que participó y que tantas tardes nos hicieron pasar un buen rato. Vamos a ello.
Los Tres Mosqueteros (1973, Richard Lester)
Subtitulada como Los Diamantes de la Reina, en este film vemos a York en el rol principal del joven D’Artagnan, acompañado por Richard Chamberlain (Aramis), Oliver Reed (Athos), y Frank Finlay (Porthos). En el lado de los malos tenemos al gran Cristopher Lee como Conde de Rochefort, y a Charlton Heston como Cardenal Richelieu. La presencia femenina la tenemos con Raquel Welch (Constance Bonacieux) y Faye Dunaway (Milady de Winter). Con este flamante reparto lo que podemos encontrar es una de las mejores versiones del relato de Alejandro Dumas, y si bien las escenas de lucha han envejecido un poco, las actuaciones excelentes, el vestuario y el diseño de producción lo compensan sobradamente. Acción, aventura y mucho ritmo es lo que encontrareis en esta estupenda cinta de espadachines, que contaría al año siguiente con una secuela titulada Los Cuatro Mosqueteros. La trilogía quedaría completa con El Regreso de los Mosqueteros, en 1989 y con los protagonistas mucho más maduros. Y como anécdota, en años recientes York volvió a repetir su papel del famoso mosquetero en un cameo, haciendo de padre de la protagonista en el film La Mujer Mosquetero (2004).
Asesinato en el Orient Express (1974, Sidney Lumet)
Una de las mejores adaptaciones que se han hecho de la escritora Agatha Christie, y a mi parecer muy superior a la versión de 2017 de Kenneth Branagh. En esta ocasión tenemos a un variopinto grupo de personajes, reunidos en el famoso tren, donde ha ocurrido un asesinato que deberá ser resuelto por el conocido detective Hércules Poirot. Aquí York es el Conde Rudolf Andrenyi, uno más de los sospechosos, arropado por un amplio y espectacular reparto (entre otros, Sean Connery, Anthony Perkins, Albert Finney o Lauren Bacall). Si bien existen ciertas diferencias entre la película y la novela, la historia es bastante fiel, y el resultado final es una exquisita puesta en escena de uno de los films de suspense mejor hilvanados dentro del género.
La Fuga de Logan (1976, Michael Anderson)
Basada en la novela de ciencia ficción de William F. Nolan y George Clayton Johnson, esta película es todo un clásico del género, donde Michael York es el protagonista absoluto, bien acompañado por Jenny Agutter como Jessica. La historia se desarrolla en La Tierra, en una especie de ciudadela construida bajo enormes cúpulas tras un terrible holocausto nuclear. Los habitantes viven entregados al ocio, sin conocer el trabajo, la enfermedad o las dificultades de la vida. La inteligencia artificial controla este aparentemente idílico orden, pero hay un alto precio que pagar por esta existencia perfecta: al cumplir los 30 años, los ciudadanos entregan sus vidas en una especie de ritual llamado El Carrusel, donde piensan que sus almas son purificadas y encuentran la reencarnación en el cuerpo de un nuevo clon (ya no existen nacimientos tal y como los conocemos hoy en día). Algunas personas que se niegan a morir a tan temprana edad, se rebelan y se convierten en fugitivos de los Vigilantes, que se encargan de darles muerte. El protagonista de la película es Logan, uno de estos Vigilantes, que al ver cómo su tiempo se le acaba, se convierte en presa cuando decide huir junto a Jessica 6, la chica que ama, al mundo exterior, en busca del lugar llamado el Santuario.
Aunque algunas secuencias hoy día son difíciles de encajar, por el contrario, hay momentos memorables como la escena de la ceremonia de El Carrusel, muy bien concebida teniendo en cuenta que era una época donde no existían los efectos infográficos y todo era mucho más artesanal. Otro aspecto destacado del film es la representación muy bien lograda de un Washington post-apocalítico, todo cubierto de vegetación. La parte de la historia que se desarrolla fuera de las cúpulas se parece mucho a otro film clásico de la ciencia ficción, El planeta de los simios (1968).
A destacar la estupenda fotografía de Ernest Laszlo, candidata al Óscar, y la gran banda sonora a cargo de Jerry Goldsmith, que le otorgan a este clásico del género un aire más sicodélico si cabe a sus coloristas imágenes. En su momento, La fuga de Logan fue un gran éxito comercial, con 25 millones de dólares recaudados, lo que propició el rodaje de una serie de televisión homónima, que sin embargo fue un fracaso y solo llegó a emitirse una sola temporada. La crítica también fue generosa con esta película, arrasando en los Saturn de 1977 con seis premios: mejor filme de ciencia ficción, dirección artística, fotografía, vestuario, maquillaje y escenografía. Hay rumores de una nueva versión en fase de pre-producción, pero no creo que a esta película le haga falta alguna, más aún si cabe los últimos remakes de Hollywood.
La Isla del Doctor Moreau (1977, Don Taylor)
Aunque soy muy fan de La Isla de las Almas Perdidas, la versión de 1933 con Charles Laughton y Bela Lugosi, esta moderna adaptación de la célebre obra de H.G. Wells no desmerece en absoluto a su antecesora. Con York como Andrew Braddock y Burt Lancaster como Doctor Moreau, la historia sigue la línea de la novela, con el náufrago que llega a la isla donde un mad doctor hace terribles experimentos con animales. Si bien algunos elementos de la película son mejorables, la película aún se disfruta como referente clásico del cine de aventuras, con cierto toque de intriga e incluso terror conforme se va desarrollando la trama a los ojos del espectador. Excelente Lancaster como Doctor Moreau, ofreciendo un personaje muy alejado del que le caracterizó en la mayor parte de su trayectoria artística. Y, por supuesto, muy bien York en su papel de héroe casual que intenta huir de la isla una vez conoce el horror que se oculta en su interior. En mi opinión, versión muy superior a la que años después realizasen con Marlon Brando y Val Kilmer.
El Secreto del Sahara (1988, Alberto Negrin)
Pasamos del cine a la televisión, con esta miniserie italiana basada en una novela de Emilio Salgari. Aquí una vez más tenemos a Michael York como héroe protagonista, ahora ya más maduro, rodeado de un reparto de altos vuelos como Ben Kingsley, Andie MacDowell, David Soul (brillante como el villano de la función), Miguel Bosé, e incluso Ana Obregón (en un pequeño papel secundario). A pesar de los años, esta cinta de aventuras en las arenas del desierto con toques de ciencia ficción sigue siendo absolutamente recomendable, y si bien las escenas de lucha dejan algo que desear ello no desmerece el revisionado del conjunto. Un claro ejemplo de que a veces la televisión no tiene nada que envidiar al cine en cuanto a calidad.
El argumento trata sobre un arqueólogo americano (interpretado, por supuesto, por nuestro amigo York), que encuentra un manuscrito que demuestra la existencia de la legendaria "Montaña Parlante" y sus tesoros ocultos. Su búsqueda lo llevará a los lugares más remotos del Sahara, donde tendrá que enfrentarse con el oficial Ryker (David Soul en estado de gracia como el villano) y sus legionarios, enamorándose de Anthea, la hermosa Reina de los Hombres de la Montaña. Con la ayuda de Sholomon, un judío polaco, el arqueólogo y su amigo Orso lograrán escapar de los piratas de Hallem y llegar al gran cráter subterráneo de la montaña, donde al final lograrán descubrir el secreto que encierra en su interior. A destacar, además de las localizaciones del rodaje, la estupenda ambientación que rodea el film, y por supuesto la música del maestro Morricone, cuya exquisita melodía principal uno no se cansa de escuchar.
Crimen de Medianoche (1988, Peter Patzak)
Producción alemana de policías y crímenes, muy al estilo del pulp noir, donde los asesinatos de hermosas mujeres llevan a un policía por las calles de Berlín en busca de un asesino enajenado. Sin ser un prodigio dentro del género, al menos demuestra que York es capaz de todo en esto de la interpretación, y se le ve muy cómodo en esta cinta donde el suspense está servido de principio a fin.
Bestia Asesina (1989, Ruggero Deodato)
Producción menor italiana, donde York interpreta a un pianista de éxito con una rara enfermedad que acelera su envejecimiento y que le obliga a cometer crímenes. Un policía (Donald Pleasence) intentará pararle los pies. Película entretenida sin más, con el aliciente de ver a York como el villano en lugar del héroe, además de ser una historia delirantemente pulp.
Operación Fortaleza (1994, Waris Hussein)
Ambicioso y largo telefilm producido por varias cadenas europeas para conmemorar el cincuentenario del desembarco aliado en Normandía. Basado en una novela de Larry Collins, ilustra diversas anécdotas civiles y militares relacionadas con esta fecha. En la Segunda Guerra Mundial, el juego de los dobles espías jugará un papel fundamental a la hora de llevarse la victoria. Los aliados cuentan con espías desperdigados por toda Europa con tal de conseguir su objetivo: Acabar con el ejército nazi. La creación de una red de dobles espías juega un papel fundamental a la hora de que los aliados consigan despistar a los alemanes a la hora de desembarcar en Normandía, el Día D. Buena película de acción y espionaje en la época de los nazis, con York demostrando que es un actor capaz de interpretar cualquier papel que le pongan por delante.
Dark Planet (1996, Albert Magnoli)
La acción tiene lugar en 2638, después de seis guerras mundiales. La humanidad se divide en dos partes genéticamente distintas; los alfas más desarrollados que son los dominantes, y los rebeldes que constituyen la raza menor. Una misión espacial dirigida por el Capitán Winter (Michael York) es enviada al Planeta Oscuro. La expedición incluye a Anson Hawke, que fue el único hombre en volar a través de un agujero negro. Se cree que el planeta oscuro podría ser el primer planeta extrasolar conocido en el que la vida es posible. Película de ciencia ficción de serie B, con efectos especiales algo cutres que evidencian una alarmante falta de presupuesto, y que solo se salva por algunas escenas y por la presencia de York. Entretenida sin más.
The Haunting of Hell House (1999, Mitch Marus)
Basada en la historia de Henry James, donde un joven busca vengar la muerte de su novia, causada por un aborto mal realizado. Coproducida por Roger Corman, es una cinta de terror de serie B, muy al estilo Corman, donde tampoco se le puede exigir demasiado. York es aquí el misterioso profesor Ambrose, cuya vida ha sido destrozada por una serie de truculentas tragedias en su propia familia y que es atormentado por el fantasma de su hija en una casa embrujada llena de espíritus vengativos... Actuaciones correctas, buena atmósfera, una historia inquietante y gran cantidad de sangre son los elementos que encontrareis en esta película donde la culpa y los espíritus atormentados son las claves.
Conclusión
Por supuesto, Michael York ha hecho muchísimas otras cosas, llegando a aparecer en sagas como Star Wars, Austin Powers, Transformers (poniendo su voz), además de participar en cualquier tipo de producción (incluso la animación, donde también ha prestado su voz). Su bondadoso rostro y su porte elegante le hicieron candidato a rol de protagonista prácticamente desde el inicio de su trayectoria artística, encarnando a la perfección el arquetipo de héroe pulp. Aunque alternó tanto producciones de primera índole como cintas menores, York fue sin duda uno de los rostros populares de los años 70 y 80, teniendo quizás menos presencia en los 90. Pero sin duda es uno de esos grandes actores indiscutibles para los espectadores que, como yo, crecimos viendo sus películas. Ciencia ficción, misterio, terror, aventuras, Michael York intervino en casi todos los géneros, y si nunca ha recibido un Oscar no es porque no lo mereciese. Al menos fue nominado más de una vez a los Premios Emmy, y posee la Orden de Caballero Británico, que no es poco.
Tardaremos mucho tiempo en volver a ver a un actor como él.
Wikipedia: Filmografía. Michael York