Pirate Stories y High-Seas Adventures, el naufragio de Hugo Gernsback
Las barbas del pirata, fuesen rojas o negras, siempre estuvieron bien pobladas de aventuras y romanticismo. Piratas, corsarios, bucaneros o filibusteros, sus hazañas, rebeldía y bravura, dieron lugar a todo tipo de fabulaciones. Dueños y señores de los siete mares, su calavera de tibias cruzadas, y la quilla de sus buques, siempre presente, dio alas a la imaginación de grandes escritores pulp, desde «Kidd, el pirata», de Washington Irving, publicado en 1824 y del que se dice que, quizás, sea el primer relato de piratas de la literatura norteamericana, y preludio de los pulps, pasando por «El pirata (The pirate)», novela del escritor Walter Scott, también de principios del siglo XIX, así como otras de capital importancia, como son la obra de uno de los autores más influyentes sobre Lovecraft, como es William Hope Hodgson y su novela de terror «Los piratas fantasma (The Ghost Pirates)», publicada en 1909, junto con las célebres aventuras de Sandokan, por Emilio Salgari, a principios del siglo XX, hasta llegar a autores como el propio Robert E Howard, quien también probó suerte con el género, véase uno de sus personajes, Cormac Mac Art, un pirata irlandés al mando de una tripulación vikinga, para terminar con la que, sin duda alguna, es la novela de piratas más representativa de todas: La Isla del Tesoro, por Robert Louis Stevenson (1883). Sin embargo, ¿todas las publicaciones de piratas llegaron a buen puerto?
La respuesta a la anterior pregunta es no. En la Era Dorada Pulp, no todas las aventuras corrieron la misma suerte y, si bien es verdad que las de piratas gozaban de una buena salud, cuando Hugo Gernsback tomó la decisión de crear no una, sino dos revistas pulp de carácter exclusivo para el género, seguro que ni en la peor de sus pesadilla se hubiese imaginado naufragar con ellas, tal y como lo hizo. Fracasar con estas publicaciones era algo impensable, tal y como lo fue en su momento todo un navío de línea, de cuatro puentes y 120 cañones, como el Santísima Trinidad (lo de naufragar en sentido figurado). Grandes empresas llamadas a grandes gestas, pero las aguas que todo lo pueden, no entienden de grandezas humanas, solo divinas, y por ello el fondo de los mares se encuentra tapizado de sueños y ambiciones.
Hugo Gernsback es un nombre propio, con mayúsculas, de la primera a la última letra. Está considerado como uno de los padres de la ciencia ficción, junto con H. G. Wells y Julio Verne. Famosos y codiciados son los premios que llevan su nombre «Premios Hugo», los cuales se vienen celebrando anualmente desde 1953. Una de las labores más importantes de Hugo respecto a la literatura pulp fue su papel como editor, pues, en 1926 fundó la que sería la primera revista de ciencia ficción Amazing Stories, siendo esta tan solo la punta de lanza de toda una carrera más que fructífera. A Amazing Stories le siguieron muchas otras revistas, muchas específicas de diferentes géneros, y no todas con el mismo éxito. Pirate Stories y High Seas Adventures son dos de estas revistas, dedicadas en este caso a los relatos de piratas. Aunque en realidad se podría decir que son la misma revista, pues se publicaban bimensualmente y de forma alterna. Es decir, el primer número de Pirate Stories está fechado en Noviembre de 1934, y el primer número de High-Seas en Diciembre de 1934, el segundo de Pirate Stories en Enero de 1935, y el de High-Seas en febrero de 1935; y así sucesivamente. Esta es una estrategia que ya vimos en otras publicaciones, como es el caso de Relatos e historias de Submarinos: Submarine Stories. Sin embargo, ni Pirate Stories ni High Seas tuvieron el beneplácito del lector. Ambas fueron un fracaso absoluto. Solo se publicaron diez números en total, cuatro de High-Seas y seis de Pirate Stories.
Estas dos publicaciones, a pesar de la poca fortuna que corrieron, resultan muy interesantes. En cada número se destacaba una novela completa de aventuras marinas o de piratas, y solían estar escritas por los mejores autores del momento, tales como los incondicionales F. Van Wick Mason, Captain Dingle, o Morgan Robertson, entre otros. Escritores estos de los considerados como «caros», sobre todo para un Hugo Gernsback que tenía fama de tacaño. Sin embargo, estas historias no eran originales, no eran inéditas. En realidad se trataba de material ya publicado en otras revistas, como Argosy o All-Story, y Hugo se limitaba a comprar los derechos. Ningún escritor podía hacerse rico trabajando para Hugo, y él quería las mejores historias, por eso las adquiría en el mercado de segunda mano. Solía pagar 100$ por los derechos de reimpresión de una novela de 70.000 palabras. El objetivo de los editores pulp siempre fue el de ganar dinero por encima de cualquier otra cosa, y no siempre se acertaba con la estrategia. Este es uno de los ejemplos en los que, teniendo una buena idea, Hugo no supo explotarla.
Novelas de Piratas Publicadas en esta revista:
Cada una de estas revistas solía constar de unas 125 páginas, y daba cabida a una novela completa junto con un buen puñado de relatos o historias cortas de diversos autores.
Pirate Guns. Por F.V.W. Manson (Pirate Stories)
Shanghaied. Por J. Allan Dunn (High Seas)
Skull Island. Por C. M. Bennett (Pirate Stories)
The War Gang. Por Leonard H. Nason (High Seas)
Pirate Vengeance. Por Captain Dingle (Pirate Stories)
Outlaw of the Sea. Por Dr. G. S. King (High Seas)
Galleons of Death. Por Nels LeRoy Jorgensen (Pirate Stories)
The Sea Rogue. Por Morgan Robertson (High Seas)
The Son of Long John Silver. Por W. R. Van Buskirk
The Pearl Gang. Por Captain Raabe
Más Info: Desglose de Contenidos: Pirate Stories | High Seas Adventures | Philsp.com | robertweinberg.net | Piratas en la Cultura Popular: Wikipedia