Publicados en la revista The Vagabond (Indiana University), aparecen los primeros relatos de la autora C. L. Moore
Catherine Lucille Moore (24 de enero de 1911 – 4 de abril de 1987) fue una escritora estadounidense de fantasía y ciencia ficción, esposa del también autor Henry Kuttner, y cuyas obras solía firmar como C. L. Moore, por lo que su identidad de género permanecía oculta para la mayoría de lectores. Existe la falsa creencia de que la literatura pulp era cosa de hombres, sin embargo, a raíz de estudios recientes Escritoras Pulp, hablemos de ellas, solo en la revista Weird Tales se logró identificar a 127 mujeres como escritoras de relatos pulp, y entre éstas, una de las más famosas hoy en día, fue C. L. Moore.
Andrew Liptak, para la web Kirkus: The Many Names of Catherine Lucille Moore, ha publicado recientemente un artículo sobre la vida de C. L. Moore donde se recogen desde anécdotas personales, como es el hecho de conocer a su marido tras haberse carteado con él, creyendo éste que C. L. Moore era un escritor con el que compartía intereses comunes, y no una mujer, hasta las referencias de algunos de sus relatos que permanecían ocultos hasta el momento, cuyos enlaces seguidamente te proporcionamos.
C. L. Moore era una niña de Indianapolis que apenas podía asistir a clases con normalidad, pues casi siempre estaba enferma. En casa, y con los libros como único entretenimiento, pronto comenzó a desarrollar un ávido interés que iba más allá de la lectura de las obras de autores como Edgar Rice Burroughs, empujándola a escribir sus propias historias. En 1919, con una salud ya mejorada, se matriculó en la Universidad de Indiana.
Fue en su época universitaria donde se desató como escritora de mérito. Allí comenzó su andadura literaria escribiendo para la revista de estudiantes The Vagabond, con tres historias ocultas y desconocidas, que ahora salen a la luz: Happily Ever After (noviembre 1930), Semira (marzo 1931), y Two Fantasies (abril 1931), quien ya era presentada por la crítica de la forma que sigue: "Catherine Moore regresa a The Vagabond con una formidable historia al más puro estilo de Lord Dunsany. La señorita Moore es, quizás, la mayor promesa literaria que hemos tenido en mucho tiempo en la Universidad de Indiana”. Días felices que se vieron interrumpidos por la Gran Depresión, hecho éste que le obligó a dejar la universidad y trabajar en… ¡un banco! Sí, no deja de ser extraño y paradójico, pero así es la realidad. Moore estuvo trabajando en un banco durante año y medio como secretaria, en una bonita oficina junto a un balcón que le ofrecía unas vistas magníficas. No sabemos si a causa de que la Gran Depresión habría dejado sin mucho trabajo a los bancos, o si la autora tendía a dejar el trabajo para “mañana”, el caso es que solía pasar la mayor parte de las horas leyendo y escribiendo para diversos fanzines, algo con lo que disfrutaba enormemente.
No fue hasta el año 1933 cuando por fin dio el salto, al aprovechar la oportunidad que le brindó Farnsworth Wright, editor de Weird Tales. Farnsworth estaba impresionado con una de las historias que había recibido, Shamebleau (curiosamente desestimada con anterioridad por la revista Wonder Stories), y de inmediato supo del potencial que tenía aquella joven autora que se hacía llamar C. L. Moore, y que nadie podía imaginarse que era una mujer. Según se dice, incluso cerró las oficinas de la editorial tras leer este relato, dándole el día libre a sus empleados, en celebración. Shamebleau se publicaría en el mes de noviembre. Y si bien es cierto que por aquella época la mayoría de las mujeres escritoras de ciencia ficción solían enmascarar sus nombres con seudónimos para poder competir en igualdad de condiciones con sus colegas masculinos, Moore defendió que las abreviaturas utilizadas no tenían esta finalidad, sino la de protegerse a ella misma de sus jefes.
Shamebleau fue un éxito indiscutible que no solo le abrió las puertas de la editorial de par en par, sino que además se ganó la admiración de muchos colegas de profesión, tales como H. P Lovecraft, o el que a posteriori sería su marido, Henry Kuttner. A partir del relato citado, Moore continuó escribiendo historias acerca de su personaje central, Northwest Smith, un héroe de pistolas de rayos al más puro estilo space opera, y que a la postre sirvió de inspiración para personajes como Han Solo (Star Wars). Todas estas historias fueron publicadas en diferentes números de la revista Weird Tales, aunque la autora, no satisfecha, todavía tuvo tiempo de crear otro de sus míticos personajes, Jirel of Joiry, una heroína de espada y brujería, así como escribir meritorias obras para otras revistas como Astounding Science Fiction; es decir, ¡se la rifaban!
Aquella chica enfermiza de Indianapolis, aunque en la sombra del anonimato que le proporcionaban sus siglas, era todo un referente para la industria pulp de los sucios años treinta. Así, en 1935, incluso se permitió el lujo de participar en una de esas aventuras literarias que se conocen como round-robin, a propuesta de la revista Fantasy Magazine. El round-robin es lo que se conoce como relato colaborativo, donde varios autores, cinco en el caso que nos ocupan (C. L. Moore, Abraham Merritt, H.P. Lovecraft, Robert E. Howard y Frank Belknap Long), son invitados a escrbir una historia de ciencia ficción, donde cada autor, según el orden establecido, va introduciendo los cambios que considere precisos. El resultado se tituló “El desafío del más allá” (The Challenge From Beyond, 1935). Este tipo de relatos están más pensados para explotar el gancho comercial que supone el cartel de los autores, que por la calidad de los mismos, y a la vista queda que el nombre de Moore era todo un reclamo. Y entre sus admiradores, allí estaba Henry Kuttner, quien más tarde terminaría también trabajando para la revista Weird Tales, después de publicar con ellos su primer relato The Graveyard Rats (1936). Una relación de admiración, con sorpresa incluida que terminaría en boda en el año 1940. A partir de entonces, ambos unieron su talento, y comenzaron una carrera conjunta que les llevó a escribir un bien número de obras en las que resulta imposible diferenciar que parte pertenece a cada uno. En esta etapa solían utilizar un único seudónimo para los dos: C. H. Liddell, Lewis Padgett y Lawrence O’Donnell, y la mayoría de sus trabajos iban a parar a la revista Astounding Science Fiction, del editor John W. Campbell. Tras la muerte de su marido se apartó del mundo de la literatura.
Después de esta breve introducción a su biografía, aquí os dejo el enlace a The Vagabond. Una vez pinchéis en él, en el listado buscáis, una por una, las tres obras de Moore, y tras pinchar en “view ítems”, se despliega un visor con el artículo. A la derecha del visor, le dais a descargar PDF, y ya tenéis el relato en cuestión, eso sí, en inglés. Si lo creeis interesante, y alguien se anima con una traducción más o menos profesional, tratamos de gestionar los permisos para colgarlos en la web.