Fantastic AdventureIdeas para Escribir. A no ser que seas un afortunado, y la inspiración sea tu fiel amante, las buenas ideas no vienen por sí solas ¡hay que buscarlas!

El escritor profesional, el que se toma en serio su trabajo –por ejemplo tú, yo, nosotros– no puede permitirse el lujo de esperar sentado y con los brazos cruzados a que esa dulce y enamoradiza muchacha, llamada inspiración, nos cuente desinteresadamente, una bonita historia sobre la que escribir. Un escritor profesional, o que al menos pretenda serlo, tiene que moverse y buscar ideas, lo que a veces es algo así como ir al campo y empezar a levantar piedras sin ton ni son, y ver que hay debajo de ellas. Serán muchas las veces que no encontremos nada interesante, pero otras, y donde menos lo esperas, habrá premio.

Todos y cada uno de nosotros tenemos nuestros truquillos. Desde los más tópicos como la botella de whisky, hasta los más socorridos como la libretita al lado de la mesilla de noche, aquí todo vale. Un simple paseo por la calle, una conversación estúpida con algún amigo, o, y sobre todo, algún ejercicio de observación sistemática. Muchas veces las películas también ayudan, los libros, las revistas, los documentales…, esa magnífica idea puede salir de cualquier sitio, es algo que debes tener muy en cuenta, y más te vale llevar contigo algo donde apuntarla, no vaya ser que de camino a casa la pierdas, pierdas esa magnífica idea.

Charlie Jane Anders, para la web io9.com, suele publicar artículos acerca de todo tipo de consejos para el escritor novel. Así, en 10 Tips for Generating Killer Science Fiction Story Ideas nos señala hasta diez posibles fuentes de ideas, como si de la propia máquina del maná se tratase, con las que alimentar nuestra imaginación y dar vida a una buena historia fantástica. Pensando que podrían ser cuando menos interesantes, he decidido ofreceros una traducción de estos consejos junto con alguna que otra aportación personal. Bien, empecemos:

1. Preguntas sin respuesta. Charlie J. Anders abre su artículo con una primera cuestión fundamental dentro de la ciencia ficción, y ésta se refiere a un primer contacto con seres extraterrestres. A partir de este hecho, un sinfín de preguntas que uno mismo debería plantearse, y sobre las que no existen respuestas, ni válidas, ni conocidas, supondría el principio básico de creación para una historia. ¿Cómo sería el contacto con una raza extraterrestre? Aquí tendríamos un modelo de pregunta imposible de contestar, pero hay muchas otras. Por ejemplo: ¿Dónde termina el universo? ¿Quién lo ha creado? Ahora intenta responder a estas preguntas solo con tu imaginación. Hay infinitas posibilidades, y ahí es donde empieza tu historia.

2. Avances tecnológicos. La ciencia ficción es ficción, pero también es ciencia. Los descubrimientos científicos, y los avances tecnológicos nos invitan a ir siempre un paso más allá de la realidad de los mismos, y el hecho de imaginarnos sus implicaciones en un entorno social, es otra fuente inagotable de ideas. Y además, sujetas a múltiples perspectivas, enfoques. Es decir, un mismo elemento tecnológico se puede trabajar desde una perspectiva terrorífica, destructiva, apocalíptica, o, lo sufrientemente positiva como para elevarnos a un estadio social desconocido e interesante. Para explotar esta vía hay que estar informado, y para eso lo mejor es leer revistas científicas, o ver buenos documentales. Algunos ejemplos muy básicos a los que se refiere la autora del artículo son tales como píldoras para alargar la vida, aprender mientras duermes. Sin duda alguna este punto es uno de los preferidos para los techno thrillers, y, probablemente uno de los escritores más significativos en cuanto a la generación de ideas basadas en ello, sea Philip K. Dick.

3. Explota tus miedos. Un recurso éste que no solo podría servirte para obtener buenas ideas, sino que además quizás pueda serte útil como terapia. La idea de base es muy sencilla. Realiza un análisis introspectivo, mira dentro de ti, y busca aquello que temes. Pueden ser miedos presentes, pasados, o incluso futuros. El autor del artículo hace especial hincapié en estos últimos, es decir, en cómo te verás a ti mismo en un futuro desde un punto de vista que temes, sin embargo, esto depende mucho de cada uno, y entrar en los miedos, fobias, sería algo imposible de tratar en una entrada de blog como la que ahora nos ocupa. Tan solo quédate con el apunte, que no tiene desperdicio. ¡Pruébalo!

4. Investiga otras áreas de conocimiento. A la hora de buscar ideas dentro de la ciencia, lo habitual es recurrir a la física, la biología, la medicina, y ciencias de este tipo, pero quizás otras áreas de conocimiento sean igual o más interesantes si cabe. Deberías probar en el área de la sociología, la teología, o la filosofía, incluso la historia, pero nunca descartes ningún tipo de conocimiento. Un libro de agricultura podría darte esa idea que estás buscando. Recuerda que lo importante es la perspectiva, eso es lo que diferencia a un autor con talento de otro que no lo tiene. Esto es como las manchas de Rorschach, unos solo ven una mancha, y otros… alguna de las gestas de El Quijote. Sea como fuere… ¡mira la mancha, y luego nos cuentas!

5. Rompe tabúes. El arte de escribir es todo un ejercicio de liberación. Podemos escribir sobre un asesino en primera persona, pensar como él, pero eso no quiere decir que vayamos por ahí asesinando a la gente ¿Verdad? Esto es ficción, ni más ni menos, aunque más de una vez uno siempre acabe topándose con la censura. Pero…, un escritor no tiene censura, podrán tenerla sus personajes, aunque eso no implica que no puedan transgredir las normas, así que… ¡hazlo! Piensa en algo que no harías, y hazlo a través de un personaje de ficción, en un contexto real, o imaginario.

6. Sé, lo que quieres ser. Tu vida es aburrida, por eso eres escritor. ¿A quién quieres engañar? Incluso, probablemente, no tengas más que cuatro o cinco duros para ir tirando. Bien, esto va ser difícil cambiarlo, es lo que hay, pero tienes el poder de ser todo lo que te gustaría ser, en el papel. ¿Te gustaría ser IronMan? ¿Superman? Sí, sería una opción, pero intenta ser más original, estos personajes no son tuyos. Explora tu mundo, tu trabajo, tus amigos…, piensa en ese momento en el que estás sentado en el metro, observando a una mujer que en la vida real no eres capaz de decirle nada, piensa en cosas así…, cosas en las que seguro que ya has pensado más de una vez, pero nunca desde la perspectiva de un escritor. La próxima vez que empieces una frase con… Ojala… ¡coge lápiz y papel!

7. Revisa los trabajos de otros autores. Este punto que señala Charlie J. Anders implica cierto grado de polémica, ya que a nadie le gusta que le toquen sus obras, sobre todo si hablamos de autores vivos. También hay que reconocer que, de todas las formas de conseguir ideas ésta sea la menos laboriosa, ya que partimos de un trabajo hecho. La técnica consiste en coger una obra, leerla, y reinterpretarla, rebatirla, y aportar soluciones o dilemas los suficientemente contrapuestos como para que dé lugar a otra obra diferente a la original. Me consta que ésta es la técnica más utilizada hoy en día, tanto para películas, libros, o lo que se ponga por delante. El primer ejemplo que se me ocurre sería utilizar la película Prometheus, la verdadera explicación, y hacer una obra a partir de todas las incógnitas que plantea, y dadas las características de la misma, los resultados podrían ser tan dispares como inimaginables, excepto por quien los crea.

8. De lo obvio a la fantasía, y viceversa. Entrar en este punto que comenta Charlie J. Anders como fuente de ideas de ficción es una forma de crear historias en torno a la ficción especulativa. La sociedad actual da por sentados ciertos hechos, y, precisamente dada la obviedad de los mismos, nadie se preocupa por ellos por muy graves que puedan ser sus consecuencias; preocupación ésta que solo tiene cabida en las historias de ficción. No hay más que mirar a nuestro alrededor. No hay más que ir al supermercado y ver todos los días los estantes de agua embotellada del manantial The Pepito´s Fountain siempre en su sitio. A nadie le importa que algún día el agua potable se termine, nadie se cuestiona porqué ese manantial siempre tiene botellas de agua en sus estantes, y así, infinidad de hechos que amenazan nuestra existencia, pero que de lo obvios que son, apenas reparamos en ellos. Los más típicos han sido llevados al cine o la literatura infinidad de veces, como el caso de la escasez de agua, petróleo, comida, el derretimiento de los polos, y un largo etcétera, pero seguro, seguro…, que hay muchos otros elementos cruciales a tu alrededor con los que explotar una buena idea totalmente original. Observa, y reflexiona.

9. Espera lo inesperado. El punto anterior se centra en consecuencias obvias, pero ahora, intenta pensar en todo lo contrario. Ante un adelante científico o tecnológico, las consecuencias obvias que se derivan de éste son más o menos previsibles, y por ende más fáciles de comunicar al público, sin embargo, intenta pensar en algo que solo a ti se te podría ocurrir. Por ejemplo, es obvio pensar que el uso de teléfonos móviles podría producir cáncer, sea o no cierto, es lógico pensarlo. Si esto se demostrase, sería una consecuencia obvia. Pero… ¿te imaginas que ese nuevo iPhone 5 que acabas de comprarte, a causa de un elemento químico nuevo en su fabricación, produjese el crecimiento de pelo en los calvos? ¿Ves por dónde van los tiros?

10. Mito, leyenda…, y realidad. El último punto que nos propone este autor se basa en concebir una realidad a partir de un mito, una creencia, o una leyenda. Es tan sencillo como imaginarse un mundo en el que Papa Noel fuese real, el anticristo viniese a hacernos una visita, o que tu novia, a quien conociste en medio de una playa desierta, es en realidad una dulce y preciosa sirena, como lo era Daryl Hannah en la película Splash.

Habrá personas con más o menos imaginación que otras, pero recuerda, lo importante es la perspectiva, el enfoque, saber observar, y saber dónde y cómo buscar las ideas. Como todo en la vida, es cuestión de práctica y de trabajo, mucho trabajo.

Fuente: io9.com