Abducciones PulpExisten relatos de abducciones desde tiempos antiguos, pero... ¿cuál fue el primer caso documentado? ¿El de Antonio Villas? No, existen registros anteriores.

Tanto en la tradición oral de los distintos pueblos, como en sus grabados, murales, e inquietantes obras arquitectónicas, existe una constante; una constante abierta a todo tipo de interpretaciones, y ésta no es otra que el contacto de los seres humanos con seres extraterrestres. La historia está plagada de relatos, y los hay de todo tipo y condición. Para buscar los más antiguos podríamos hacer uso de la misma biblia, e intentar comprender lo que nos cuenta mediante el vocabulario y los conocimientos que poseían aquellas personas quienes tendrían severas dificultades para describir, por ejemplo, una nave espacial, o un simple astronauta.

Para hablar en términos modernos, como es el caso de Síndrome de Abducción, no podemos ir más allá de los años cincuenta, momento en el que se produjo el primer caso conocido. Aquél hombre se llamaba Antonio Villas Boas, un granjero brasileño de 23 años, quien el 16 de octubre de 1957, mientras conducía su tractor por el campo, fue secuestrado por un humanoide de cinco pies de altura, llevándolo a una nave espacial durante cuatro largas e interminables horas, donde al parecer fue sometido a todo tipo de pruebas, e incluso obligado a mantener relaciones íntimas con una atractiva mujer.

El caso de Antonio Villas es el primero de abducción documentada, aunque el más famoso, o el que más ha trascendido a la opinión pública dentro de la ufología moderna, sería el caso de Betty y Barney Hill, un matrimonio que viajaba en coche por una carretera de New Hampshire el 20 de septiembre de 1961.

Sin embargo, las abducciones no son cosa de ahora, y éstas llevan produciéndose desde la antigüedad. Como hemos dicho al principio de este artículo existen innumerables pruebas y registros, aunque todos tremendamente confusos y de difícil interpretación. Entonces… ¿cuál es el primer caso de abducción perfectamente documentado? ¿Es el de Antonio Villas?

No, parece ser que no.

En otros artículos hemos hablado del proto-pulp en forma de panfletos, folletines y periódicos locales comercializados por vendedores ambulantes o buhoneros, como el origen de las primeras publicaciones pulp. Pues bien, en uno de estos periódicos, el Winthrop's journal fue donde se recogió el primer caso documentado de abducción alienígena.

En el año 1790 (catorce años después de que Los Estados Unidos declararon oficialmente su independencia de Gran Bretaña, en el año 1776), se hizo público un periódico de caracter privado donde se relataba el que, según parece, es el primer contacto con seres extraterrestres del que existe constancia documentada. John Winthrop, segundo gobernador de la Colonia de Massachusetts era el dueño de ese periódico, conocido como Winthrop's journal “History of New England” (1630-1649). Publicaciones que se dieron a conocer 140 años tras su muerte, comprobándose así un hecho estremecedor.

Las historias de este diario se referían en numerosas ocasiones a múltiples sucesos acaecidos en el Rio Muddy de Bostón. Estos sucesos eran abducciones; eran relatos de abducciones, y los había a porrillo. ¿A qué se debieron los encuentros con seres extraterrestres en el Rio Muddy? Difícil responder, pero el esquema moderno de una abducción no se construyó a partir de las experiencias relatadas por Antonio Villas, sino que ya databan del siglo XVII. ¿Se trata entonces de la misma realidad contaba en diferentes momentos de la historia, y contaba de la misma forma porque realmente era así como se producían?

Corría el año 1639, y una fría noche cualquiera del mes de marzo James Everall, un hombre serio, discreto, y que nadie asociaría con las bravuconadas o delirios propios de cualquier borracho amante de una botella de whisky capaz de inventarse cualquier cosa con tal de llamar la atención, cogió su barca en compañía de dos amigos. El rio Muddy estaba tranquilo, los destellos de la luna se reflejaban sobre el manto de agua, y nada hacia presagiar el suceso del que iban a ser protagonistas.

Al poco de partir observaron anonadados una extraña luz en el cielo, muy brillante, y que apareció como si se hubiese encendido en ese momento preciso. La luz flameaba, se contraía, se expandía, como si tratase de pulsar su intensidad. Era como un corazón lumínico en medio de la noche, una estrella llena de vida y que estaba muy próxima, sobre sus cabezas, pero no tenía forma de estrella. Estos hombres la describieron como una silueta de cerdo. Tenía forma de cerdo. Puede que la descripción nos deje perplejos, pero al igual que los pasajes relatados en la biblia, hay que entenderlas según el vocabulario y los conocimientos de quien está relatando. Es probable que ellos quisiesen referirse a un fuselaje ovalado con cuatro patas de aterrizaje, pero utilizaron la figura que les era más común de cuantas podrían asemejarse a aquella extraña forma que tenían ante sus ojos, prácticamente hipnotizados. La narración de Winthrop, seguramente aderezada respecto a los hechos, proseguía con el movimiento de la nave, la cual se deslizaba entorno a la barca, y estuvo así durante tres o cuatro horas. Cuando todo llegó a su fin, y después de ese periodo de tiempo en el cual los tripulantes de la barca habían permanecido a la deriva —nota: parece ser que para que se produzca una buena abducción hay que estar subido a algún medio de transporte: barca, tractor, coche, etc.—, estos se sorprendieron al comprobar que continuaban exactamente en el mimo punto de inicio. ¿Había sido arrastrada la barca contra corriente sin que ellos lo notasen? ¿Habían sufrido una abducción alienígena? El asombroso relato termina con la siguiente frase: «Otras personas confiables vieron la misma luz»

Los ingredientes o estereotipos fundamentales de toda abducción alienígena se reproducían en el relato de Winthrop. No obstante, todos sabemos cómo fue la literatura propiamente pulp, la cual no tuvo el más mínimo reparo en exprimir al máximo este tipo de relatos introduciendo las variables que fuesen necesarios para hacerlos lo más estremecedores posibles. Este tipo de literatura ahondaba en las terribles motivaciones alienígenas, y no se limitaba a narraciones tan inocentes como la de Winthrop. En la weird menace, o las shudder pulps de los años 30, era habitual encontrarse con alienígenas cuyo único objetivo era el de procurarse bellas y virginales jovencitas para someterlas a todo tipo de perversidades inimaginables; unos alienígenas que hacían uso de sus tentáculos en los primeros números, cuando lo que se imponía era el concepto BEM (bug eyed monster), hasta que Karel Capek introdujo el término robot. Aun así, el límite lo ponía la imaginación del escritor, y como todos sabemos un escritor pulp no tiene límites.

He ahí material para un próximo artículo. Las abducciones en las shudder pulps.

Fuente: First UFO Sighting in America Muddy River, 1639