Si bien Terminator y Alien se han erigido como icónos de la ciencia ficción moderna, para encontrar los orígenes de estos deberíamos remontarnos unos cuantos años atrás y "rescatar" algunos títulos que, a buen seguro, el público más jóven seguro que desconoce. Eihir repasa para nosotros "Saturno 3" y "Terror en el espacio"
En esta ocasión os traemos un 2x1, como en las antiguas promociones de fin de semana que solían ofertar en los añorados videoclubs de los años 80 y 90. Así, emulando aquellas entrañables noches de videopulp, la propuesta de hoy consistirá en analizar dos películas de décadas distintas que, aunque hoy prácticamente están bastante olvidadas, son auténticas joyas clásicas pues son las antecesoras de otras franquicias mucho más famosas: Terminator y Alien. Hoy hablaremos pues de Saturno 3 y Terror en el Espacio.
SATURNO 3
Ficha Técnica: Saturn 3. USA, 1980. Dirección: Stanley Donen (reemplazó al que iba a ser el director inicial, John Barry). Reparto: Kirk Douglas, Farrah Fawcett y Harvey Keitel. Duración: 85 min. Género: Fantástica. Guion: Martin Amis, basado en una historia de John Barry. Fotografía: Billy Williams. Música: Elmer Bernstein. Producción: Stanley Donen. Wikipedia: Saturno 3
Cuando se menciona a la eterna leyenda viva del cine, Kirk Douglas, siempre se recuerdan sus películas más famosas, saliendo a relucir entre otras: Espartaco, El Loco del Pelo Rojo, Duelo de Titanes, Senderos de Gloria y muchas otras más. Pero nadie se acuerda ya de Saturno 3. ¿La razón? Tal vez las tres nominaciones que se llevó a los Premios Razzie en 1981 (al peor actor, actriz y película), aunque seguramente el motivo principal fue su batacazo en taquilla. Con un presupuesto de 10 millones de dólares, tan solo obtuvo una recaudación global de poco más de 360.000, algo que confirmo el absoluto desastre a todos los niveles de esta producción. Sin embargo, Saturno 3 tiene cosas muy interesantes, y a día de hoy se le considera una película de culto, además de que obviamente fue la fuente de inspiración para el Terminator de James Cameron.
Saturno 3 ¿Una peli del espacio?
Nada más comenzar Saturno 3 nos encontramos con el asesinato y reemplazo de un piloto espacial (acto que no se explica en toda la película a pesar de ser el motivo principal del argumento). El asesino, Benson, acude a una estación espacial donde residen un científico y su bella y joven asistente, los cuales se dedican a labores pacíficas como la producción de alimentos. El recién llegado trae consigo un robot, Héctor, cuyo cerebro está conectado al del propio Benson por lo que siente como suyos los sentimientos del piloto. Pronto Benson se revelará como un perfecto desequilibrado, enamorándose de la belleza de la asistente, razón por la que intentará deshacerse del científico. Sin embargo será el robot, consciente de su propia existencia y superioridad, quien al final se hará con el control de la nave.
Lo mejor de la película es sin duda el inicio, planteando un supuesto misterio que poco a poco parece ir desvelándose, donde el protagonismo recae en el personaje de Benson. Sin embargo una vez es construido el Robot (que recuerda demasiado al de la película Engendro Mecánico, de 1977), es éste quien asume el peso de la película dejando a un lado toda esa trama inicial, dentro de un guion tan inconexo como raquítico.
Lo peor de la película recae, además del guion, en los efectos especiales y el diseño de producción, ambos muy pobres respecto a otras películas del espacio recién estrenadas, con lo que el espectador de la época se llevaría un buen chasco. Y es que el recorte de presupuesto que tuvo el apartado técnico se nota, y mucho, si bien se logra conseguir una atmósfera espacial interesante.
Equipo Técnico
La estrella de la película es Kirk Douglas, del cual sobran presentaciones pues con su siglo de edad recién cumplido es la última leyenda viva del Hollywood clásico. Su interpretación del científico Adam es bastante correcta, mostrando un personaje maduro alejado de sus conocidos papeles de héroe de acción. Con sus gestos, sus miradas y sus cambios de registro, Douglas logra transmitir al espectador sus distintas emociones, como la inseguridad y los celos al tener en la estación a un hombre más joven, su amor hacia su joven compañera, su ira al ver la traición del piloto, etc… Sin embargo logró una mención (para mí completamente injusta) a los Razzie por este papel.
Farrah Fawcett es Alex, la compañera del protagonista, mucho más joven que él y foco de atención tanto del piloto como del robot. Tan bella como ingenua, comparte protagonismo con Douglas aunque dentro del estándar de chica guapa de la época. Fawcett tuvo su momento de gloria con la serie de televisión Los Ángeles de Charlie, aunque participó también en varias películas como el clásico futurista La Fuga de Logan. Al igual que su compañero de reparto, también se llevó otra nominación a los Razzie como peor actriz (aunque en este caso puede entenderse).
Un joven Harvey Keitel es Benson, el piloto chiflado y asesino que tiene la brillante idea de montar al robot, el cual empatiza con él y toma prestados sus deseos y vicios insanos. Destacar que Keitel interpreta sus papel de tal manera que parece un robot, y aunque en principio se espera alguna sorpresa al respecto al final no hay tal, simplemente es lo que es y punto. Se esperaba más de él (a éste si le hubiera dado no solo la nominación, sino el premio entero, a los Razzie). Keitel ha intervenido en innumerables films, como Reservoir Dogs, El Piano, Bugsy, o Abierto Hasta el Amanecer, por citar algunos, todos ellos con interpretaciones mucho mejores que la que luce en esta ocasión.
Stanley Donen dirige el asunto, tras el abandono de John Barry (las malas lenguas aseguran que por discrepancias con Kirk Douglas y la productora). Recordado por sus películas musicales, como Un Día en Nueva York o Cantando Bajo la Lluvia, y en clásicos como Charada o Dos en la Carretera. Aquí, sin embargo, no tuvo su mejor día, por lo que uno se pregunta cómo diablos un director de musicales se termina metiendo en un embrollo futurista como éste.
Respecto a John Barry, que al final aparece acreditado como guionista, fue célebre por ser el diseñador de producción en films tan famosos como La Naranja Mecánica, Star Wars y Supermán. Su historia inicial era bastante distinta al resultado final que puede verse hoy en día, debido a las presiones de los productores para que se pareciese a los recientes éxitos de taquilla espaciales (Alien y Star Wars). Como puede verse, Saturno 3 tiene un acabado final muy distinto (e inferior) a dichas películas legendarias, otro motivo más de su fracaso.
Conclusión
Saturno 3 es una película que no ha envejecido demasiado bien, teniendo en cuenta que es de 1980, ya que parece estar hecha casi una década antes. A pesar de sus errores tiene cosas muy buenas por las que merece verla, aunque sea al menos una vez. La ambientación, el vestuario, la música, el robot, la claustrofobia de unos pocos personajes en una estación alejada del espacio, todo ello es suficiente para entretener a un espectador no demasiado exigente (especialmente el que disfruta de películas clásicas del space opera). Además toca algunos temas interesantes (eso sí, demasiado levemente), como la sexualidad entre parejas de distinta edad, los problemas de alimentación planetaria en el futuro, o la superioridad de la máquina sobre el hombre (otro de sus detalles que recogería James Cameron para su Terminator), disimulando la escasez de originalidad que posee el argumento.
Destacar que el mismo año del estreno de la película fue publicada una novela con el mismo título, de la mano del autor Steve Gallagher.
En definitiva, nos encontramos ante un film interesante al que debe dársele una oportunidad, y que desde luego no es tan malo como en su día sentenció la crítica, pues films más horrorosos que éste hay, y muchos, dentro del mismo género.
- Lo mejor: Los elementos individuales que la conforman, como algunos decorados, la chica sexi, el robot asesino, el piloto psicópata,…lo que aportan una dosis de auténtico pulp espacial.
- Lo peor: El conjunto final, con auténticos fallos de guion y cierta pobreza técnica.
- La secuencia: Me quedo con la escena de la muerte del robot, claramente inspiradora del final de Terminator.
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TERROR EN EL ESPACIO («El planeta de los vampiros»)
Ficha Técnica: Terrore nello spazio. ITAL-ESP, 1965. Dirección: Mario Bava. Reparto: Barry Sullivan, Norma Bengell, Ángel Aranda, Evi Marandi. Duración: 86 min. Género: Ciencia Ficción, Terror. Guion: Mario Bava, basado en una historia de Renato Pestriniero. Fotografía: Antonio Pérez Olea, Antonio Rinaldi. Música: Gino Marinuzzi Jr. Producción: Mario Bava. Wikipedia: Terror en el espacio.
Basada en un relato corto de Renato Pestriniero, «Una Noche de 21 Horas», Terror en el Espacio (conocida en otros países como El Planeta de los Vampiros) es una película sencilla pero que sabe aprovechar perfectamente los escasos recursos de los que dispuso. Con un presupuesto ínfimo consiguió recaudar 90 millones de dólares en Italia y más de 35 en España, todo un logro en aquella época y más para una producción ítalo-española. Solamente en la secuencia inicial el espectador se da cuenta de que hay algo que le suena, y es que esta producción fue la que inspiró a Ridley Scott a realizar la popular Alien (eso sí, salvando las distancias entre una y otra). Convertida hoy día en película de culto, la mano del realizador italiano Mario Bava le otorga a la película de un talento e ingenio indiscutibles, que con algo más de presupuesto podría haberla convertido en una de las grandes películas del género.
¿Otra película más de marcianos?
Nada más comenzar la película podemos observar como un grupo de astronautas, divididos en dos naves espaciales distintas, la Argos y la Galliot, se dirige hacia un planeta desconocido, atraídos por una extraña señal de radio. Pronto descubrirán que el planeta es capaz de controlar sus mentes empujándoles a luchar entre ellos aprovechándose de sus estados inconscientes o su baja voluntad, hasta culminar en el auténtico horror: los habitantes del planeta Aura son seres incorpóreos que necesitan de cuerpos físicos, por lo que utilizarán los cadáveres de los recién llegados para animarlos como zombis espaciales que les sirvan para sus propósitos. Tras perder a todos los miembros de una de las naves, el capitán intentará salvar a los pocos miembros de su tripulación que aún quedan con vida, elaborando un plan para escapar del Planeta de los Vampiros…
Esta película es sin duda una de las más inspiradas en las que participó Mario Bava, el rey del cine pulp italiano, que empezó como director de fotografía en películas como Los Vampiros (1956) para terminar rodando, ya como director, multitud de producciones de peplum, western, erotismo y terror. La participación de capital español se enmarca dentro de aquel cine fantástico de los sesenta como El Rayo Desintegrador (1965) o Los Invasores del Espacio (1967), si bien la película que nos ocupa es mucho mejor que aquellas. A Bava se le tildó en su tiempo de ser un autor de películas comerciales, pero su cine hay que entenderlo como la versión en imágenes de la literatura pulp, donde se manejaba a la perfección con presupuestos modestos y guiones tan sólidos como eficaces. Además supo trabajar con grandes estrellas, como un joven John Saxon (el mismo que trabajó con Bruce Lee en la mítica Operación Dragón) en La Muchacha que Sabía Demasiado (película con la que el realizador italiano inventó el género giallo), o el mismísimo Cristopher Lee en El Cuerpo y el Látigo, e incluso el legendario Boris Karloff en Black Sabbath. Pero como el bueno de Bava necesitaría para sí solo todo un extenso artículo para darle la justicia que se merece, por ser uno de los grandes del género, continuemos con Terror en el Espacio.
Respecto a la comparativa con Alien, además de toda la secuencia inicial también podemos observar detalles como la parasitación: aquí en lugar de un alienígena que necesita a un huésped humano para crecer desde su interior, lo que encontramos son entidades que poseen de forma dominante los cuerpos humanos para actuar con ellos como si fueran sus marionetas. Luego está el descubrimiento de la nave grande, pérdida entre la bruma, que alberga en su interior el esqueleto de una especie gigante (¿os suena de algo todo esto?).
El punto fuerte de este film es su puesta en escena, el uso de planos ingeniosos y por supuesto la excelente fotografía (recordemos que Bava comenzó como director de fotografía). Aquí los efectos visuales predominan sobre los especiales, utilizando técnicas complejas y trucos con espejos, miniaturas, aprovechamiento de decorados de otras películas, combinando lo antiguo con lo moderno. Imaginación al poder, todo vale con tal de reforzar el ingenioso guion (alejado de los típicos marcianos o monstruos gigantescos) que además incluye una pequeña sorpresa al final de la película (tranquilos que no la desvelo, es mejor que la veáis vosotros mismos).
Bava logra recrear una atmósfera lóbrega y siniestra en todo lo concerniente al planeta y a la nave extraterrestre, jugando de forma magistral con las luces y las sombras, los decorados estilizados y la aplicación de los colores (con ese estilo característico del pop-art de verdes, rojos y azules en un mismo plano), y todo ello regado con una excelente música que agudiza el misterio y la presencia de los zombis.
Equipo Técnico
Puesto que ya hemos hablado del director, pasemos directamente a su protagonista principal. El papel del intrépido capitán Mark Markary corre a cargo de Barry Sullivan, conocido actor de cine y televisión de la época, que participó en series como Hombre Rico, Hombre Pobre, Billy el Niño, o película como Cautivos del Mal o La Egoísta. Aquí cumple su papel de forma correcta, si bien su personaje no es el típico héroe de acción sino más bien la cabeza pensante que trata de salvar la situación de forma inteligente.
La bella Sanya, ayudante del capitán, está interpretada por Norma Bengell, conocida actriz cantante, directora, productora y guionista brasileña, conocida entre otros trabajos por Keeper of Promises (1962), un drama brasileño que fue nominado para el Premio de la Academia a la Mejor Película Extranjera en 1963 y ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1962. Aquí pone la cara bonita de la película, sin mucho más.
Conclusión
Terror en el Espacio es una obra bastante recomendable, más que nada por ser una de las primeras cintas en mezclar la ciencia ficción con el terror. Si bien posee ciertas similitudes con Planeta Prohibido (1956), es con Alien donde surgen las inevitables comparaciones. Una excelente muestra de que un director imaginativo y con talento puede sobreponerse a la escasez de medios y presupuesto y conseguir darle la vuelta al asunto para lograr una obra muy lograda. Una película clásica que refleja perfectamente lo que es el pulp cinematográfico, para lo bueno y para lo malo, y que pese a sus defectos y carencias (que los tiene) consigue atraer al espectador con su belleza visual.
En definitiva una cinta donde por encima de todo predominan las buenas ideas, un uso de la cámara brillante y una ambientación de terror psicológico con una duración precisa de poco más de ochenta minutos pues no necesita más.
- Lo mejor: Los efectos visuales, muy buenos para la época.
- Lo peor: El argumento quizá es demasiado ingenuo salvo algunas pocas sorpresas.
- La secuencia: Cuando los protagonistas se topan con una astronave extraterrestre abandonada que lleva allí muchos años, y en la sala central yace el esqueleto de una enorme criatura muerta violentamente. Sumando a eso que algo está atacando a la tripulación de uno en uno, ya tenemos Alien.
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