Los ojos del gato, un clásico a la sombra de Creepshow
La esencia inequívoca del relato pulp es algo inherente a la mayoría de películas, tanto fantásticas como de terror, que tanto nos gustan; y esto es así, desde las más primerizas como “La parada de los monstruos” (Freaks; Tod Browing, 1932; basada en un relato de Tod Robbins “Espuelas”), hasta las producciones cinematográficas más icónicas del siglo XX, a cargo de directores como George A. Romero, Tobe Hooper, Wes Craven, John Carpenter, o incluso Alfred Hitckock (por no citar todos los artesanos de la clásica Serie B). Ahora bien, si tenemos que hablar de relatos, y películas de terror, la primera palabra que nos viene a la mente es… ¡CREEPSHOW! ¿verdad?; y lo más problable es que no venga sola, sino perfectamente acompañada de cierto escritor que responde al nombre de Stephen King...
“Los ojos del gato” es una excelente película de tres historias cortas de Stephen King, unidas todas ellas por un gato; un simple gato que actúa a modo de hilo conductor, y que en la última de esas historias tendrá un papel destacado. Y aunque están muy en la línea de la conocidísima y ya mencionada serie de Creepshow, lo cierto es que Los ojos del gato, no es en modo alguno un film terrorífico (o al menos en un sentido estricto). Comparte las notas de humor negro características, pero en este caso bien podríamos hablar de historias para toda la familia, o mejor dicho, para todos los públicos, y algo menos macabras de lo que cabría esperar, sobre todo viendo el cartel.
De todas formas, si te gusta ese estilo de relatos cortos en versión cinematográfica, no deberías perderte esta película (al igual que otras muchas propuestas como "Bolsa de cadáveres", o la serie televisiva "Maestros del horror", de la que ya hablaremos en otro momento).
Atendiendo a la película que ahora nos ocupa, la primera historia reproduce uno de los tópicos más recurrentes dentro del género, como es el caso de alguien que desea abandonar un vicio, y decide buscar ayuda profesional porque el mismo no puede hacerlo. En este caso se trata de una persona que quiere dejar de fumar; algo que recuerda a muchas otras situaciones parecidas, como aquél tipo que deseaba dejar de ser calvo (ver “Body Bags”; Bolsa de Cadáveres, otro film con tres historias cortas muy, muy, recomendables a cargo de Tobe Hooper y John Carpenter); o aquel otro que quería ponerse a dieta (existen incontables ejemplos al respecto, algunos que se me vienen a la cabeza “La bicicleta estática”, o “Thinner”, del propio Stephen King). Aquí, el protagonista es un joven James Woods que borda el papel, con una interpretación agradable y mágnética. Luego tenemos a un “malo” de lo más simpático, y una trama que no solo engancha desde el primer acto, sino que te deja con ganas de más.
La segunda historia es la más corta de las tres, o al menos así me lo ha parecido. Es una historia sencilla, directa, y bastante previsible, pero también muy entretenida. Todo gira entorno a una venganza que toma la forma de apuesta, y el escenario en el que se desenvuelve este tinglado será la azotea, concretamente la cornisa más alta de un rascacielos.
La tercera y última historia, completamente distinta, se basa en diversas leyendas y cuentos populares, fácilmente identificables. Trata de una niña y un pequeño duende maligno, el cual la visita a hurtadillas para robarle la respiración; y un gato, el gato del que os hablábamos antes, cuya misión no será otra más que la de proteger a la niña, y mantener alejado a esa bestia infame venida del inframundo. Previsible, pero con una estupenda puesta en escena.
Título Original: Cat's eye (Los ojos del gato). GENERO: Terror Historias Cortas; PAIS: Estados Unidos; DURACION: 94 Minutos; AÑO: 1985; DIRECTOR: Lewis Teague; GUION: Stephen King; INTERPRETES: Alan King; Candy Clark; Drew Barrymore; James Woods; Kenneth McMillan; Robert Hays; PRODUCTOR: Dino De Laurentiis; Martha De Laurentiis; Milton Subotsky; FOTOGRAFÍA: Jack Cardiff; MUSICA: Alan Silvestre; MONTAJE: Scott Conrad