La vieja esencia de las Shudder Pulps en formato película, y en esta ocasión presentadas por nada más y nada menos que Vincent Price en uno de sus últimos trabajos
Curiosa película de relatos pulp, no tan conocida como otras, pero que merece la pena. Su título en español puede confundirnos con uno de Ingmar Bergman que, obviamente, nada tiene que ver. Esta producción de la MGM, dejando atrás a las clásicas de la Amicus o la Hammer, sigue el esquema acostumbrado, siendo el hilo conductor de las diferentes historias un envejecido Vincent Price —éste fue uno de sus últimos trabajos antes de morir, y, según parece, no estaba muy convencido, pero le apetecía ayudar a su joven director, Jeff Burr, primerizo, y responsable de títulos posteriores como “La matanza de Texas 3” o “Puppet Master 4”—.
Price nos relata cuatro terribles sucesos que tuvieron lugar en Oldfield, un pueblecito de Tennesse con muy malas gentes. Tal y como me esperaba, el segundo y el último relato son los mejores, y en cambio los otros dos…, pues según opiniones, ya se sabe. Algo de lo que no hay duda es de su esencia pulp, con un aire inconfundible a las historietas de horror publicadas en los Shudder Pulps de los años veinte, o en revistas más actuales como las EC Comics en su versión terrorífica. Autores como Lovecraft o Poe están presentes a lo largo de todo el metraje, de una forma u otra, e incluso sus nombres salen a relucir de manera expresa en varias ocasiones.
Brother Dearest: El primero de los relatos es feo, lento, tétrico, y muy retorcido. Nos presenta a un pobre desgraciado —Clu Gulager— que vive con su hermana enferma, y aunque en apariencia se trata de un buen hombre, responsable, educado, e incapaz de matar a una mosca, la realidad es bien distinta. El desenlace tiene muy mala uva, y en cierto modo es una “ida de olla” tremenda.
Swamp Renewal: El segundo pienso que es el mejor. Con moraleja incluida nos cuenta como un hombre es rescatado de la muerte por un extraño personaje aficionado a las artes del vudú. Sus buenas intenciones no encontrarán el agradecimiento esperado, y su venganza será terrible. El último fotograma de este relato es de los que te hacen pensar, y entonces te das cuenta que la muerte quizás sea una bendición.
Of Glass And Pins: El tercero empieza muy bien, pero desemboca en un final precipitado y que en mi modesta opinión no se encuentra a la altura de las circunstancias, creo que echa por tierra todas las buenas intenciones de la historia; una historia de amor entre un monstruo de feria comedor de cristales, y una bella muchacha que… “pasaba por allí”.
Children Of The Civil War: El último relato no ofrece nada nuevo; es más, seguro que ya lo habréis visto en otras ocasiones, las cuales prefiero callarme para no estropearos la sorpresa, pero la verdad es que “canta” muchísimo. Al margen de eso, la historia es atractiva y está bien ambientada —se desarrolla al final de la Guerra Civil Americana—, y sus consecuencias no traerán nada bueno a los protagonistas.
Gritos y Susurros, 1986
SINOPSIS: Un historiador (Vincent Price) es el anfitrión de cuatro cuentos terroríficos, cada uno de los cuales tiene lugar en su pueblo de Tennesse (Oldfield).
FICHA: Titulo Original: From A Whisper To A Scream (The Offspring). Otros títulos: Gritos en Oldfield; Gritos y Susurros. Género: Terror. País: Estados Unidos. Año: 1986. Duración: 100 minutos. DIRECTOR: Jeff Burr. GUION: Jeff Burr. INTERPRETES: Cameron Mitchell; Clu Gulager; Martine Beswick; Vincent Price. PRODUCTOR: William Burr. FOTOGRAFÍA: Craig Greene. MUSICA: Jim Manzie.
Lo mejor: La esencia pulp que rezuma, y la calidad de las historias en sí mismas.
Lo peor: Estética desfasada, colores apagados… un poco vieja en líneas generales.
Veredicto: Si te gustan las películas de relatos, no te la puedes perder.