La trampa de la araña, 1988

Título imprescindible, cien por cien pulp. Una buena película que no conocía, y vaya sorpresa que acabo de llevarme. ¡Imposible no caer en la trampa!

En primer lugar, el título de esta película no está bien traducido, como suele ser habitual. Existe otra cinta que responde al título de “Spider's Web, 2001” con la que bien podríamos confundirnos, así que antes de nada dejar bien claro que estamos hablando de “Spellbinder, 1988”, de Janet Greek. Una vez aclaradas las distintas trampas arácnidas, ya podemos ocuparnos de la que nos interesa, la de Miranda, que así se llama nuestra querida protagonista.

Miranda es una chica enigmática, atractiva, y con ciertos poderes ocultos —interpretada por Kelly Preston, ex de J. Travolta—. En torno a ella se crea toda una trama que, desde los primeros minutos, te mantendrá pegado a la pantalla. Desconozco si esta historia está basada en algún relato concreto, pero apostaría a que sí. Huele a “pulp” de principio a fin, y las influencias de escritores como W. Irish, Russel Gray, o R. Tooker, son palpables —ritos satánicos, sectas, sacrificios…, etc—.

Si bien es cierto que la década de los ochenta fue sublime —los videoclubes de “pueblo” no daban abasto a tanto título, y quizás por ello nunca supe de esta película—, también lo es que, cinematográficamente hablando, la gran mayoría de subproductos que tanto nos gustaban, vistos hoy en día semejan caducos, desfasados, y estéticamente demasiado “Kitsch” —me encanta como suena este término—. Sin embargo, existen muchos títulos que incluso podríamos calificar de atemporales. Da igual los años que pasen por ellos, pues siguen siendo grandes películas. La trampa de la araña es uno de ellos, y lo es por la fuerza de su historia, no por sus efectos especiales.

Algunas escenas bien podrían ser objeto de rayos fosforescentes y otras triquiñuelas visuales tan características de aquellos años, sin embargo, y aunque por momentos estarían bastante justificadas, no veremos nada de esto. La película prescinde por completo de efectos especiales, simplemente, no los necesita. Y en lo que atañe a la banda sonora, señalar que ésta corre a cargo de un maestro de la talla de Basil Poledouris, aunque éste no es uno de sus mejores trabajos, como es obvio.

No voy a desvelar ninguna de las claves, pues aunque no lo parezca, el guión es muy tramposo. Juega con el engaño, y la verdad es que lo consigue. De todas formas algunas de esas trampas concluyen en un desenlace con algunos cabos sueltos que terminan atándose de una manera un tanto forzada, y aún sí, otros quedan en el aire. En cuanto al guión, en conjunto y debido a la naturaleza de dichas trampas, me ha recordado bastante a otros títulos, entre los cuales destacaría uno dirigido por Robin Hardy en 1973, y del cual Neil LaBute hizo un remake en 2006. No diré el título para no estropearos la película en caso de que no la hayas visto, pero si deseas saber a qué me estoy refiriendo, entonces pincha AQUÍ.

La trampa de la araña

FICHA: Titulo Original: Spellbinder. Otros títulos: La Hora de los Brujos; Culto Diabólico. GENERO: Terror. PAIS: Estados Unidos. AÑO: 1988. DURACION: 91 Minutos. Ficha Artística: DIRECTOR: Janet Greek. GUION: Tracy Tormé. INTERPRETES: Kelly Preston; M.C. Gainey; Rick Rossovich; Timothy Daly. PRODUCTOR: Brian Russell; Joe Wizan. FOTOGRAFÍA: Adam Greenberg. MUSICA: Basil Poledouris. MONTAJE: Steve Mirkovich.

Sinopsis: Cuando Jeff y su amigo ayudan a Miranda cuando está siendo atacada por su abusivo novio, Jeff se enamora completamente de Miranda. Ella pertenece a una secta diabólica de brujeria. Jeff cada vez más, se va introduciendo en un mundo sin salida del que pronto quedará atrapado en una pesadilla sin fin...

Lo mejor: La pareja protagonista, el ritmo, y el final, con mensaje incluido.

Lo peor: Su bajo presupuesto. Si el director hubiese tenido algunos dólares más…, la escena del bunker podría haber sido un momento apoteósico.

Veredicto: Si todavía no la has visto… ¡no sé a qué estás esperando!