eBooks. Busquemos entre todos el precio justo
Hace unos días tuve una amena discusión con una amiga acerca de las diferencias entre precio y valor. ¿Qué es más importante, el precio o el valor de las cosas? Como suele ser costumbre, al final enrocamos nuestras posiciones y los ejemplos que utilizamos para defenderlas terminaron siendo absolutamente disparatados. Sin embargo, al hilo de una entrada anterior, vuelvo a sacar el tema a la palestra. En primer lugar hay que decir que los conceptos no estaban del todo claros al plantear dicha discusión. Una cosa es el coste de un producto (lo que cuesta producirlo); otra cosa es su valor (una percepción subjetiva de quien lo compra, aunque en algunos casos también es aplicable, no a quien lo vende, pero si a quien lo produce); y por último, el precio como una cifra que determina la relación entre coste y valor ¿de acuerdo? Pues bien…, respecto a los ebooks ¿Cuánto valen? ¿Cúanto cuestan? El precio debería marcar la respuesta.
Se entiende pues que “el verdadero valor de un ebook (o de cualquier otro libro)” es algo intangible, depende de cada uno. Imagínate que consigues un ebook con métodos increíbles para ganar dinero comprando acciones sin riesgo en la bolsa americana; o un libro que te descubre los secretos para convertirte en el amante perfecto. Su valor sería incalculable.
La verdadera discusión está en el precio. A día de hoy, un libro impreso viene costando unos veinte euros la versión “guapa”, y unos 8 o 9 euros la versión de bolsillo. Ese viene siendo el precio que pagas por llevártelo a casa. Sigamos… ¿Cuánto pagarías por un ebook? Pregunta “jodida”, la verdad, y que tomaré como base para una encuesta.
Se avecina una revolución absoluta en todo aquello que rodea al libro de siempre. Ya lo he dicho en otras ocasiones, los tiempos cambian y el libro en formato papel perderá todo su protagonismo. Los ebooks son el futuro, de eso no hay duda.
A la gente siempre le gustó leer, y la gente siempre leyó, pero es ahora, cuando la gente se atreve a hacer algo que antes no hacía… ¡escribir! Ahora es muy fácil escribir. Hace unos 15 años, para escribir una novela todavía teníamos que usar una maquina tortuosa, tipex, y mucha paciencia para repetir una hoja cuando nos equivocábamos, eso echaba para atrás a muchos potenciales escritores. Ahora es todo facilísimo, solo se necesitan ganas para ponerse a ello. Entonces podríamos preguntar ¿Tienen menos valor los ebooks? No contestaré. ¿Deberían costar menos? Supongo que sí.
Pronto el mercado se verá invadido por todo tipo de ebooks, y aquí la pregunta clave es el precio. Mi opinión es que si un ebook muestra un precio elevado, no se venderá. Veremos cual es la estrategia que adoptan las “librerías editoriales online”, pero está claro que nadie va a pagar mucho por algo que puede conseguir gratis.
Pienso que pasará como con las películas o la música… los ebooks serán un producto muy demandado, y la gente los consumirá muchísimo, pero si no son baratos los copiarán o utilizarán las redes p2p, al igual que ocurre con las películas. Sería conveniente que de inicio esas librerías online optasen por precios lo más bajos posibles, porque si ya de partida se empeñan en transmitir la idea de “producto caro”, mal empezamos. Mi opinión es que, cuanto más barato, más se venderá, y a través de Internet se puede llegar a millones de potenciales lectores. Creo que ahí está la clave.
Por mi parte, me voy a mojar. Yo digo que un ebook a 10 euros no se vende. Creo que el precio estándar debería estar en todo caso siempre por debajo de 5 euros. Ahora bien, de esos 5 euros ¿Cuál sería el porcentaje de beneficio para el autor? ¿Cuál sería el beneficio para la editorial online? Otra pregunta muy jodida, pues… ¿hasta que punto necesita ahora el autor a una editorial online?
Antes, el editor asumía unos riesgos y tenía unos gastos importantes, de ahí que el porcentaje de beneficios para el autor fuese a veces un tanto “raquítico”. Esto ya no es así con los ebooks. Editar un ebook es un juego de niños. Veamos: Tienes tu novela en formato doc (Microsoft Word), y con un conversor la pasas a formato PDF o ePub en un santiamén. A poco que tengas buen gusto, diseñas una portada con algún editor de imágenes, y si eres algo apañado, incluso puedes hacer una más que meritoria maquetación con aplicaciones como Quarkxpress. Luego obtienes un código ISBN como autoeditor, que es gratis, y a venderlo por tu cuenta. Solo necesitas un sitio donde colgar la descarga, o bien una web personal, o bien una web especializada.
Es evidente que el margen de explotación en caso de los editores online se verá muy reducido. Es posible que, a partir de todo este lío, un autor bien promocionado gane mucho mas dinero con los ebooks que con los libros tradicionales. La partida ya ha comenzado, ahora veremos quien sabe jugar mejor sus cartas, y quien llevará la “voz cantante”. La revolución ya está en marcha, y veremos quien se lleva el “gato al agua”: ¿los lectores? ¿los autores? ¿los editores?
La pregunta final ¿Cuál es el precio justo de un ebook? Pongamos un ejemplo concreto. ¿Cuánto pagarías por la próxima novela de Stephen King en formato digital? Hagamos una encuesta, participa!!