Artículo de opinión enviado por nuestro amigo David Villanueva de PopCulture, acerca de la influencia de Lovecraft en la creación del mito zombie
Mi intención en el presente artículo era enfocarme en una «obra menor» de Lovecraft. El relato en seis partes titulado Herbert West, reanimador, y reivindicar su relevancia en la Cultura Pulp, como posible precursor de todo el boom del genero zombie que vivimos hoy en día.
Sin embargo, como suele ocurrir en estas ocasiones, mi análisis me ha llevado a reflexiones que exceden, probablemente, el deseo original y llegan a conectar con la propia lucha por la supervivencia de la especie humana.
¿Ambicioso? Sin duda. ¿Absurdo? Pues claro. Si no, esto no sería un texto mío...
Pero retomemos el hilo del artículo, y hagamos una pequeña introducción de nuestro objeto de análisis, para beneficio de nuestra audiencia.
Para los que no lo conozcan, decir que Herbert West, Reanimador es un relato en seis partes de Howard Philip Lovecraft escrito en 1922. En dicho relato Lovecraft nos narra la vida del genial médico Herbert West, hombre extremadamente inteligente que logra descubrir un compuesto químico capaz de reanimar a los muertos.
La propuesta de Lovecraft, si bien no es ni de lejos su relato más conseguido, podría tener, a mi juicio, la relevancia de ser la raíz de gran parte de la mitología zombie actual.
Recordemos, en este sentido, que la base inicial del zombie sería el mito haitiano, que habla de hombres privados de su mente por la acción de la magia vudú y la utilización de una sustancia, la tetrodotoxina, que se encuentra en el pez globo.
Sin embargo, el mito de los «hombres sin mente» propios del vudú aún estarían lejos de los muertos vivientes, extremadamente violentos y con tendencia a la antropofagia propios del Mito Zombie popular que tanto triunfa hoy en día, dejando durante años la cuestión verdadera acerca del árbol genealógico del zombie contemporáneo.
Como muchos lectores sabrán, la base reconocida de dicho género fue instituida por George A. Romero allá por 1968, con su excelente película de terror Night of The Living Dead.
Pero, dado el salto notable existente entre los zombies propios del vudú y las criaturas devoradoras de carne que poblaban el film de Romero… ¿De dónde sacó George A. Romero su inspiración a la hora de hacer la excelente y célebre Night of The Living Dead?
La respuesta, quizás, puede encontrarse en el relato de Lovecraft.
Las criaturas presentes en el relato de Lovecraft tienen mucho más en común con los Muertos Vivientes de Romero que los Zombies Haitianos.
Son criaturas descerebradas, muy violentas, y con tendencia al crimen.
Y ya puestos: ¿Cual es el origen según la tesis de Lovecraft de estos engendros? La ciencia.
La imaginación de Lovecraft crea un compuesto químico capaz de resucitar a los muertos. Nos habla de científicos dementes y obsesivos, capaces de desatar horrores innombrables en su carrera por experimentar e ir más allá de las barreras naturales.
Díganme ustedes, señores lectores, a qué les suena esto: Frankenstein, Resident Evil, 28 días después… ¿Encuentran el hilo en común?
Parece ser que Lovecraft podría haber intentado escribir una parodia del eterno Frankenstein de Mary Shelley y que más tarde hasta casi renegó de su obra. Sin embargo, el destino es curioso, y esta “obra maldita” podría haber dado a luz a un género de terror tan prolífico y popular como son los zombies en la actualidad.
Echemos un vistazo al panorama: El género Zombie tiene ramificaciones casi infinitas en la cultura popular de los siglos XX y XXI, ofreciendo propuestas tan dispares como videojuegos (Resident Evil, Dead Island, House of the Dead), películas (The Night of the Living Dead, 28 Días Después, Zombies Party), novelas (Apocalipsis Z, Los Caminantes, Guerra Mundial Z), comics (The Walking Dead o la excelente adaptación Reanimator, de Florent Calvez).
Y remontándonos atrás en el tiempo, ahí tenemos, medio olvidado, el relato en seis partes fruto de la enfermiza imaginación de Lovecraft.
Sangre, horror, científicos locos… Todo cuadra demasiado bien con lo que ha sido el ADN esencial del Mito Zombie en los últimos 30 años, ¿no les parece?
El Espíritu de Lovecraft en el Mito Zombie
¿Qué es lo que llevó a Lovecraft a escribir Herbert West, Reanimador?
Aparte de esa posible parodia, podemos localizar en el relato varios de los lugares comunes del autor, como es el miedo a más allá, a superar los límites.
Reanimator no es distinto de otras obras de Lovecraft.
En la Llamada de Cthulhu, el autor de Providence nos habla del horror que mora sumergido bajo el océano. El Color que cayó del Cielo, sitúa la amenaza en el abismo inconmensurable del espacio sobre nosotros. Por su parte, en el Caso de Charles Dexter Ward el horror esta vez se encuentra en los confines del tiempo, con una maldad capaz de resucitar en una era que no le pertenece… El miedo al océano, al espacio, al tiempo. O a la muerte, como en Herbert West, Reanimador…
Las obras de Lovecraft siempre se basan en la posible amenaza que nos aguarda en la inmensidad fuera de nuestra área de confort.
Esas inmensidades que el propio autor temía en su vida cotidiana se plasman de manera continuada en su obra (El miedo a la bulliciosa vida social en Nueva York, al progreso, a la amenaza de los extranjeros, el miedo al espacio infinito e inexplorado que puede resultar una relación emocional verdadera…). Y de nuevo, esos miedos, esas tendencias, están presentes en Herbert West, Reanimador.
Ese es espíritu que da aliento al relato, poseído con los miedos del maestro…
¿Qué ha quedado de ese «espíritu Lovecraft» en el posterior desarrollo de la mitología zombie?
Bastante a mi juicio, si miramos bien.
Solo basándonos en la popular franquicia Resident Evil, nos encontramos con la misma visión negativa de la ciencia, con la corporación científica Umbrella, creando un virus y desatando una epidemia a nivel mundial en las sucesivas entregas de la saga.
En el ADN actual del mito zombie también esta esa falta de comunicación tan propia del autor de Providence, esa dificultad para relacionarse. Esa desconfianza natural en el otro (Ese otro que, de amigo, puede pasar a infectado de manera súbita, y devorarnos).
¿Y las relaciones? Mejor dejarlas para otro momento. En el apocalipsis zombie no parece haber espacio para el amor. Cuando el mundo se derrumba a nuestros pies… ¿Como pensar en mantener una relación y tener hijos?
Curiosamente, los oscuros deseos de Lovecraft de soledad y aislamiento expresados en sus Mitos de Cthulhu, parecen haber germinado mucho mejor a través de esa pequeña semilla sangrienta que fue su exploración en el mundo de los zombies.
Mientras que los Mitos Primigenios siempre son una amenaza en la sombra, aterradora y con largas ramificaciones, pero que nunca llega a materializarse, el apocalipsis zombie siempre está cercano, a la vuelta de la esquina, una epidemia global que arrasa el mundo, paraliza el progreso (Científico y social), destruye las familias e incluso la tendencia básica de comunicarnos y relacionarnos que tiene el ser humano…
¡¡Muy inteligente por su parte, señor Lovecraft!!
La Negación vital de Lovecraft se plasma de manera perfecta en el ADN cultural del Mito Zombie, logrando “un mundo feliz” para el solitario y atormentado autor de Providence…
Resolviendo el problema Zombie
Resumiendo: Lovecraft implantó un mal sueño fruto de sus obsesiones autodestructivas y sus miedos en el fértil campo del imaginario colectivo, estableciendo las semillas que originarían el género ombie como un fenómeno viral tanto en la ficción como en la realidad.
En esencia, el fenómeno zombie nace de la gran Negación Vital que lastró la vida de Lovecraft a lo largo de las décadas. Es un «maleficio Pop» lanzado por Lovecraft al resto de la humanidad.
Y el resto de nosotros… ¿Qué hacemos al respecto?
Con el apocalipsis zombie infiltrándose de manera peligrosa en el mundo real, debido a supuestas epidemias zombie en Estados Unidos y Canadá, quizás vaya siendo hora de decidir salirnos de ese mal sueño que son las obsesiones vitales de Lovecraft, sacudirnos un poco el polvo, y quizás mirar si se puede reorientar toda esta gran maquinaria del imaginario colectivo hacia un espacio positivo, que no sea el Apocalipsis Z y la extinción total de la raza humana.
¿Hay esperanza más allá del apocalipsis zombie? Dejemos los fatalismos de Lovecraft aparte.
El autor ya logró lo que quería. La pesadilla nos alcanzó y los zombies se extendieron por el planeta. ¿Qué pasa después?
Lovecraft tuvo tendencias suicidas a lo largo de gran parte de su vida. Así pues, sería mejor que no dejáramos el final del cuento en sus manos.
¿Sería capaz la humanidad de superar un apocalipsis zombie o se hundiría en la debacle y el ser humano enfrentaría su extinción?
Me da igual lo que pensara Lovecraft. Honestamente creo que dentro de nosotros aún hay fuerza suficiente para superar lo que nos echen, y ninguna pesadilla sanguinolenta va a terminar de un plumazo con nosotros…
Y vosotros, ¿qué pensáis?
Se admiten apuestas…