¿Historias de miedo? ¡Soporíferas, diría yo! Estaba ansioso por visionar esta película de relatos, un género que tanto reverenciamos por estos lares y que, lamentablemente, con propuestas como la que sigue no nos queda otra que asistir al ocaso del mismo (recordemos nuestra última crítica VHS 2012). Sí, tenía muchas esperanzas puestas en Tales of Halloween 2015, y algo me decía que sería magnífica; pues bien, chasco al canto. Decir que es soporífera es poco, porque es realmente mala. Ya de entrada, el esquema clásico de tres historias y una cuarta como hilo conductor, se va al garete, y es sustituido por una puesta en pantalla de nada más y nada menos que 10 historias, todo ello en 90 minutos. Bien, esto arroja una media de 9 minutos para cada relato, lo cual es muy, muy poco tiempo. En efecto, el resultado es algo así como una sucesión de sketchs en los que resulta imposible que el espectador pueda sumergirse convenientemente en la atmosfera que se propone, saltando de una historia a otra de forma frenética, lo que nos lleva a un tour por el aburrimiento y la indiferencia, hasta caer en un profundo y agradable sueño; porque esto es lo único que te atacará como se te ocurra verla el 31 de octubre a medianoche. Sin duda esta es la mejor propuesta para dormir como un bebé.
Puesto que la red está plagada de críticas positivas hacia Mad Max Fury Road, y que aquí un servidor es todo un amante del espíritu de la contradicción, es muy probable que la crítica que sigue sea la menos benévola de cuantas podréis leer en internet; y, aunque no lo parezca, motivos hay para ello. Es decir, le vamos a dar caña, y de la buena. De hecho, esta película nos presenta el villano menos carismático de la historia del cine conocida, y resulta muy difícil, por no decir imposible, que la dicotomía entre el bien el mal nos brinde un enfrentamiento épico cuando una de las dos partes falla estrepitosamente; aunque lo cierto es que, parte y contraparte, quedan por igual, siervas y degradadas por el poderío artístico de una única escena de acción que dura dos horas; dos horas de carrera apabullante por los desiertos de Dubai, que concluye donde empieza, y con un personaje Mad Max inédito, sin motivaciones ni amor propio.
¿Qué sería del pulp sin los Mad Doctors o Científicos Locos? Es cierto que hay infinitos elementos que caracterizan una buena historia pulp, pero desde luego uno de ellos es la figura del extravagante hombre de la bata blanca que realiza extraños experimentos encerrado en su laboratorio. Y si a ello se le añaden una chica guapa (normalmente la víctima del experimento o el objetivo del deseo amoroso del científico) y unas consecuencias catastróficas de lo más delirantes, ya tenemos servida una buena historia. O al menos, si no es buena, de seguro nos tendrá un buen rato enganchado mientras la leemos.
La estética pulp, la esencia pulp está que se sale, y los grandes estudios de cine han apostado definitivamente por ella. Desde los personajes y superhéroes clásicos y que todos conocemos, como Superman, El Zorro, o El Llanero Solitario, hasta otros menos conocidos, como John Carter, pero no hay duda de que Hollywood está dispuesta a ponerlos a trabajar a todos, rescatarlos de su letargo. Es como si directores, guionistas y productores se hubiesen lanzado en busca de la mejor historieta pulp que llevar a la pantalla y, por fortuna para nosotros, hay muchísimo donde escoger. Los Guardianas de la Galaxia es cien por cien pulp, y no solo eso, sino que además, una producción cinematográfica llena de guiños pop que harán las delicias de todos los aficionados ochenteros, que somos muchos. Sin embargo, siendo justos y en honor a la verdad, el Space Opera que nos proponen Los Guardianes de la Galaxia, aunque de influencias pulp innegables, estos personajes no fueron creados en la Era Dorada Pulp, sino que son bastante más modernos. De hecho su nacimiento data del año 1969 (Arnold Drake y Gene Colan), cuando vieron la luz por primera vez en un comic de Marvel.
En el día de hoy —época estival en la que resulta muy difícil encontrar temas y ganas para subir un artículo a la web— vamos a destacar esta película «El Protector, 2013» dedicándole una breve reseña. ¿Por qué? Aunque no lo parezca, no se trata de un título más, sino de un claro homenaje al cine de acción de los ochenta. De hecho, nada más arrancar los títulos de crédito observamos un nombre característico de este tipo de cine, Sylvester Stallone, junto con el de uno de sus mejores amigos hoy en día, y, salvando las diferencias, heredero de su legado: Jason Statham. El primero, tomando como punto de partida la novela de Chuck Logan (ni idea de quién es) titulada «Homefront», firma el guión; y el segundo, el que protagoniza la historia en versión celuloide, es decir, el que reparte estopa.
Odio profundamente este nuevo estilo cinematográfico que se basa en metraje encontrado: Found Footage ¿Qué es el Found Footage?, falsos documentales tipo mockumentary, o como demonios se llame. Lo odio desde que vi la que probablemente sea la película pionera dentro del género (al margen de Holocausto Canibal), El proyecto de la Bruja de Blair (1999), intragable para un servidor. Todavía recuerdo como si fuese hoy la sensación de tomadura de pelo nivel leyenda que sentí, que sentimos todos los que estábamos en el cine aquel día. La gente abucheaba, se aburría, y de repente todos nos callamos cuando la pantalla se quedó en negro durante no sé cuánto tiempo. No nos lo podíamos creer. Desde entonces la recuerdo como la peor película que habré visto en mi vida, o al menos una de ellas. Y no solo no me gustan, es que me producen dolor de cabeza con tanto tembleque de cámara.
Que muchos de los grandes éxitos cinematográficos actuales (y por supuesto también todos aquellos de los benditos años 80 que tanto nos gusta reverenciar), estén basados en relatos o novelas pulp, supongo que ya lo sabéis todos, al menos quienes sois habituales a esta web Relatospulp.com. ¿Verdad? Pues bien, hoy vamos a comentar una de las películas más cautivadoras que se han rodado hasta la fecha dentro del género ciencia ficción / survival horror. Y además, para la ocasión hemos hecho el completo. Es decir, hemos visto las tres películas que se han rodado, y además hemos leído la novela pulp en que se basa. Una novela que se titula «Who goes there?» (¿Quién anda ahí?), y que fue escrita por el controvertido John W. Campbell, y publicada en la revista pulp Astounding Science Fiction de la que era editor, bajo el seudónimo de Don A. Stuart, en el mes de agosto de 1938. Información wikipedia. Ahora vamos a hacer un pequeño repaso de lo que se conoce como La Cosa | The Thing.