Philip K. Dick es como una licuadora de ciencia ficción, capaz de sacar el mejor jugo allá donde a otros ni siquiera se les ocurriría intentarlo. Su especialidad siempre han sido los relatos cortos, cuyas ideas nos han deparado algunos de los mejores largometrajes dentro del género, como es el caso de Blade Runner (1982), película basada la historia corta ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968). Su biografía y el trasfondo de sus trabajos, para muchos fruto de un evidente desorden mental –esclavo de múltiples paranoias, adición a todo tipo de drogas, especialmente anfetaminas, así como muy dado a psicodélicas alucinaciones– supone una lectura aparte de ésas que seguro merecen la pena, solo que ahora no vamos hablar de ello, sino más bien acercar un somero repaso en cuanto a todo lo hecho, y lo que resta por hacer, hablando en términos cinematográficos.
Sin embargo, su obra no está exenta de crítica. Philip Kindred Dick (Chicago, 1928-California, 2 de marzo de 1982) escribió 36 novelas y 121 relatos cortos (la mayoría de los cuales se publicaron en revistas pulp de la época), y a día de hoy son muchos los que opinan que él no era un buen escritor; que sus personajes eran aburridos, y que no sabía construir buenos diálogos, así como que sus ideas eran demasiado extrañas y surrealistas como para visualizarlas con facilidad. Se dice que Philip K. Dick fue un escritor de ideas, pero nada más. Incluso hay quien lo compara en este sentido con Lovecraft, siendo ambos excelentes a la hora de concebir ideas, pero cuyo desarrollo, al ser imposible, permite que otros las interpreten a su manera, y, según cada caso, obteniendo el mejor resultado posible a la hora de adaptarlas. Y es que la interptretación literal de la obra de Philp K. Dick es sencillamente imposible, y si no que se lo pregunten a los ilustradores encargados de sus portadas, otra historia llena de anécdotas. Aquí puedes ver toda la Colección de portadas pulp Philip K. Dick.
Hablar de los orígenes del pulp europeo en general, y del español en particular, resulta tremendamente difícil. Al contrario de lo que suecede con el pulp americano, donde existen amplísimos trabajos de investigación, en nuestro país, lo poco que pudiese haber –ciertamente la producción no es comparable a la americana en modo alguno–, permanece soterrado casi en su totalidad. Intentar encontrar algo de información sobre estos temas en internet, no solo es complicado, sino que la mayoría está en inglés, lo cual resulta curioso, como poco. Para más información ver: Revistas Pulp Europeas, Parte I, Parte II.
Achicando campos dentro de la cosa pulp, respecto a la novela policíaca o detectivesca –hard-boiled–, ésta logró su mayor difusión en revistas como Black Mask, Detective Store o Dime Dectective, y fueron muchos, muchísimos los escritores que se subieron al carro, hablamos de Estados Unidos, claro está. No obstante, para saber más sobre el género, y cómo éste evolucionó en nuestro país, desde la segunda mitad del siglo XIX, con autores como Alarcón, Pardo Bazán, o Belda, hasta los más actuales, como Eduardo Mendoza o Montalbán, puede que te resulte de interés la lectura de este libro: La Novela Policiaca Española: Teoría e Historía Crítica (José f. Colmeiro, Anthropos Editorial, 1994). Ahora, para no salirnos del tema, mejor centrémonos en los pulp detectivescos; los primeros que corrieron por nuestros quioscos a principios del siglo XX.
Aquí, obviando el proto-pulp, podríamos establecer un primer periodo que iría desde comienzos del siglo veinte, hasta el inicio de la Guerra Civil Española, en al año 1936. Durante este periodo primaban los pulps detectivescos, policíacos, pero siempre desde una perspectiva bastante heterogénea. Había detectives de todo tipo, desde los de casos sobrenaturales, hasta los de guante blanco, pasando por los más cómicos. Sin embargo había cierta predilección por el modelo de Sherlock Holmes a la hora de perfilar un personaje, y mientras al otro lado del charco, héroes pulp como Nick Carter concentraban todas las virtudes de un buen detective, en Europa también surgieron un buen puñado de personajes, fundamentalmente en Francia y Alemania, cuyos nombres iban desde Tony Pacot, hasta John Spurlock, por citar algunos. En España también tuvimos los nuestros, aunque la mayoría eran traducciones, sin embargo también los hubo de creación propia, el problema es que encontrar información fiable al respecto, no es nada sencillo. Veamos algunos de los más destacados, tanto de unos como de otros:
Si bien una de las características principales de la literatura pulp fue la de presentar la figura masculina como la de héroe indiscutible y eje vertebrador de todo tipo de historias, ubicando a la mujer siempre en segundo plano —bien como elemento decorativo, bien como objeto de salvación—, también es cierto que en no pocas ocasiones estos roles se intercambiaban, algo que, con el paso del tiempo, dio lugar a un buen número de Badass Women, término coloquial que hace referencia a mujeres de armas tomar; mujeres formidables (badass ; plural badasses: US, slang. A person whose extreme attitude, behavior, or appearance is admirable). Aunque ésta no es más que una de las caras de la moneda. La evolución del concepto tradicional «Trophy Wife» (Mujer Florero), hacia el de mujer protagonista, tuvo, como decimos, dos versiones. La cara A: Badass Women, y la Cara B: Femme Fatale. Dos versiones antagonistas, pero no siempre fáciles de diferenciar; tanto que incluso para muchos autores es lo mismo.
Tras leerme el artículo de Jess Nevins para la web io9.com titulado: «Badass Women of the Pulp Era», no solo sentí la necesidad de traducirlo y compartirlo con vosotros, sino que además me entraron ganas de hacer mi propio repaso, y es por ello que la traducción que os presento, aunque toma como punto de partida el citado artículo, atiende a mis propios criterios. De hecho, el artículo de Nevins únicamente se centra en el repaso de las 14 mujeres que según su punto de vista fueron de las más importantes dentro de la literatura pulp (aunque quizás no de las más conocidas), en base al concepto de Badass Women, es decir, mujeres formidables. Pero todos nosotros sabemos perfectamente que las mujeres más atractiva e interesantes no son precisamente éstas, sino las que portan el título de Femme Fatales; ¿a qué sí, pillines? Pues bien, Jess Nevins no hace diferencias y nos habla de sus preferidas, sean unas u otras.
Así pues, hablemos de la cosa pulp desde un punto de vista diferente. Hablemos de Chicas Pulp | Pulp Girls.
Mi intención en el presente artículo era enfocarme en una «obra menor» de Lovecraft. El relato en seis partes titulado Herbert West, reanimador, y reivindicar su relevancia en la Cultura Pulp, como posible precursor de todo el boom del genero zombie que vivimos hoy en día.
El espacio de tiempo comprendido entre la primera y la segunda guerra mundial es lo suficientemente corto para que surja la duda de si tal distinción no debería existir, y dicho periodo no fuese más que una pausa para reordenar fuerzas y objetivos. Es por ello que, de una forma o de otra, el drama de la guerra a lo largo y ancho del viejo continente constituye una realidad directa, y en primera persona, que desde luego ha condicionado tanto a la sociedad, como a su cultura, y por ende a sus escritores, de forma muy distinta al desarrollo que por aquel entonces se pudiese experimentar en la sociedad americana, testigos en la distancia. Un periodo que duró treinta años y puso el mundo patas arriba.
El artículo que sigue es la segunda parte de este otro Revistas Pulp Europeas. Parte I - La Literatura Pulp europea antes de 1914, y de igual forma, se trata de una traducción propia y revisada, añadiendo comentarios e información precisa, sobre el trabajo de investigación original del autor Jess Nevins para la web io9.com Planetary romance, zombie mentors, and the rise of fascism: European pulp fiction 1914-1945.
Tanto en la tradición oral de los distintos pueblos, como en sus grabados, murales, e inquietantes obras arquitectónicas, existe una constante; una constante abierta a todo tipo de interpretaciones, y ésta no es otra que el contacto de los seres humanos con seres extraterrestres. La historia está plagada de relatos, y los hay de todo tipo y condición. Para buscar los más antiguos podríamos hacer uso de la misma biblia, e intentar comprender lo que nos cuenta mediante el vocabulario y los conocimientos que poseían aquellas personas quienes tendrían severas dificultades para describir, por ejemplo, una nave espacial, o un simple astronauta.
Para hablar en términos modernos, como es el caso de Síndrome de Abducción, no podemos ir más allá de los años cincuenta, momento en el que se produjo el primer caso conocido. Aquél hombre se llamaba Antonio Villas Boas, un granjero brasileño de 23 años, quien el 16 de octubre de 1957, mientras conducía su tractor por el campo, fue secuestrado por un humanoide de cinco pies de altura, llevándolo a una nave espacial durante cuatro largas e interminables horas, donde al parecer fue sometido a todo tipo de pruebas, e incluso obligado a mantener relaciones íntimas con una atractiva mujer.
El caso de Antonio Villas es el primero de abducción documentada, aunque el más famoso, o el que más ha trascendido a la opinión pública dentro de la ufología moderna, sería el caso de Betty y Barney Hill, un matrimonio que viajaba en coche por una carretera de New Hampshire el 20 de septiembre de 1961.
Sin embargo, las abducciones no son cosa de ahora, y éstas llevan produciéndose desde la antigüedad. Como hemos dicho al principio de este artículo existen innumerables pruebas y registros, aunque todos tremendamente confusos y de difícil interpretación. Entonces… ¿cuál es el primer caso de abducción perfectamente documentado? ¿Es el de Antonio Villas?
No, parece ser que no.
A lo largo de diferentes artículos hemos hablado de los aspectos más relevantes y característicos de la literatura pulp; una literatura que tuvo su razón de ser en los pulps americanos propiamente dichos. Sin embargo, de forma análoga también podemos encontrar esas mismas revistas pulp en Europa, y no, nos estamos refiriendo a versiones traducidas de las americanas, como fueron en su momento las publicaciones de la Editorial Molino —antes de que la editorial tuviese que trasladarse a Argentina—, por poner un ejemplo, sino a todas esas revistas que surgieron en los países europeos, puesto que los ingredientes de estas historias, bien se podría decir que son universales.
El artículo que ahora tienes en pantalla responde a un trabajo de investigación publicado en la web especializada io9.com, por el autor Jess Nevins, buen conocedor de la cosa pulp; artículo que hemos creído conveniente traducir, y, además, presentarlo en base a nuestras propias aportaciones, comentarios, y, como no, perspectiva.
De esta forma, hemos dividido el artículo en tres partes, que iremos publicando en los próximos días (o semanas), según sea posible. Dicho esto, el artículo quedaría dividido en: Parte I, El Pulp en Europa antes de 1914; Parte II, El Pulp en Europa, periodo de entreguerras (1914-1945); Parte III, El Pulp en Europa, situación actual, concretamente en España. Ahora os dejamos con la primera parte.